No sé cómo se traduciría al castellano, seguro que hay una frase hecha para decir lo mismo. Literalmente sería no hay un palmo limpio, pero se refiere a la corrupción, a lo turbio.Es lo que me sale del alma después de la experiencia que he pasado, que me ha desinflado como una pelota de Nivea:
Llevo dos meses preparando el acceso a una plaza. Un puesto de responsabilidad en otro centro que me permitía salir de la desilusión en la que estoy instaurada desde hace tiempo en mi trabajo. Me había metido en ello hasta la médula. Llevo semanas encerrándome en casa los fines de semana elaborando un proyecto de organización de un servicio de Anatomía Patológica.
Ha sido duro: presentar currículum adaptado al puesto, entrevistas con psicólogos de recursos humanos, tests psicotécnicos, tests grafológicos (¡sí, también!), reuniones con directores... y faltaba la última prueba, que era la que estaba preparando. Naturalmente todo esto añadido a las tareas habituales.
Había pasado a la final con otro u otros candidatos, quienes teníamos que mostrar el proyecto ante un tribunal.
Pues bien, una mano que mece la cuna, de repente, ha rescatado un candidato que habían descartado en la primera fase, y lo han colocado en mi lugar. Curiosamente, a la vez, han cambiado un miembro del tribunal. Y a mí me han dado puerta. Sin permitirme siquiera demostrar que soy peor que el resto.
Todo esto lo he sabido de estranquis, porque tenía una "espía" en el centro donde se cocía todo. De no haberme enterado, me habría hecho daño. Me habría preguntado: ¿Ha sido el test psicotécnico, el que ha demostrado una personalidad incompatible con una jefatura? ¿No he dado la talla en las entrevistas personales?
Si hubiera podido presentar el proyecto, que me ha costado mucho tiempo y esfuerzo, y no me hubieran dado la plaza, habría perdido limpiamente, y me habría conformado. Aunque dé rabia, porque en una competición (y no me gustan las competiciones), por mucho valor que tenga haber llegado a la final, ser el número 2 no sirve de nada.
De esta manera, lo que me hace pensar es: ¡Vaya mierda! ¡No hi ha un pam de net!
Todo tiene una explicación, que se reduce a no querer dejar la poltrona, a querer seguir manipulando en la sombra, a miedo a perder derechos adquiridos...
Y hasta aquí puedo leer.
Me vuelvo a mi agujero.
Visto lo visto, casi lo prefiero. No quiero estar en ningún lugar donde pretendan mangonearme.
11 comentarios:
No sé si decirte que lo siento o felicitarte. Pasa muchas veces que te dejas el pellejo en una relación, en una oposición, en un trabajo, en una amistad... y plaf! se convierte en el cuento de la lechera. Pero eso es lo de menos, lo de más es cuando descubrimos que esas personas -porque al fin y al cabo siempre se trata de personas aunque a veces echen la culpa a las máquinas- no son trigo limpio. Es una doble decepción, pero también un maravilloso "de lo que me he librado".
En todo caso, pese a intentar ser positiva, me uno a tu sensación de impotencia y de tomadura de pelo.
Un beso.
He dado vuelta a la página ya. He esperado unos días para publicarlo aquí, por si cambiaba algo, pero no.
Es una decepción más, como tú dices, hacia las personas, que al fin y al cabo son las responsables de todo.
En general me siento rodeada de gente inconsistente, con valiosas excepciones que me mantienen.
Que pases un estupendo día.
¡NO se te ocurra cerrar el blog!
Aunque no salga actualizado, yo entro en el blog directamente, porque no me fío. Mientras en tu blog salgan las entradas correctamente...
¡Oh no!! Cuánto lo siento Maica. Últimamente me da la impresión de que vamos todos de decepción en decepción - pero como no puedo renunciar a verle un lado optimista a las cosas, piensa aquello de que "cuando una puerta se cierra, es que otra se abre".
También podría haber sido peor, que llegaras a presentar tu proyecto y luego lo pusieran en marcha prescindiendo de tí - que en este mundo de buitres todo es posible.
Puede ser una pregunta idiota, pero ¿no tienes posibilidad de presentar el proyecto en otro centro?
En cualquier caso, ánimo que ya verás como te sale algo mejor aún. La que vale, vale.
¿Quién va a cerrar el blog???
Un besazo.
Hola, Patsy.
Gracias por tus palabras. Es verdad, últimamente, la decepción en todos los terrenos es protagonista.
Puedo presentarme a otro centro si sale otra plaza, que no es algo que ocurra con frecuencia. De todas maneras, he aprendido mucho. Y además, ¡ellos se lo pierden! Jajaja.
Candela tenía problemas informáticos con su blog, y "amenazaba" con cerrarlo, pero me da que ya los ha solucionado.
Un beso.
Hola maikix, gracias por pasarte por mi blog y ¡¡¡encima comentar....!!! la verdad es que te sigo desde la entrada del tiro por la espalda jejjejej. Una amiga me pasó tu dire... aunque yo comentar no te he comentado.
Ser seguidora es una gozada, ahora podré ver tus entradas desde el escritorio y me enteraré antes :))
Nos seguiremos viendo
besos
Pues la verdad es que yo también lo siento, aunque como Patsy creo que es conveniente entrar en modo teresiano y esperar a que se abra otra ventana... y si no se abre, pues quitamos la rendija del gas, tú tranquila. Aunque visto lo visto, coincido con Candela: quizás lo que tendríamos que hacer es felicitarte. ¡Mucho ánimo!
¡Gracias, mam!
Lo de comentar en los blogs, creo que todo es empezar. Yo estuve años leyendo muchos sin atreverme a comentar en ninguno, hasta que empecé a escribir éste, y me di cuenta de lo importante que es el feed-back.
Espero verte a menudo.
Un beso.
Hola, Ave.
Gracias por tu con-sentimiento. Me ilusioné mucho al emprender la tarea (cosa por otra parte imprescindible), pero cuando vi los tejemanejes, yo también me alegré de estar fuera. No soporto que me manipulen.
Así que ¡a otra cosa, mariposa!
Un beso.
Estaba leyendo un artículo de Rosa Montero que viene en El País y enseguida me he acordado de ti. Si no lo has leído, te pongo el enlace:
http://www.elpais.com/articulo/portada/carambola/felicidad/elpepusoceps/20090531elpepspor_11/Tes
Un beso.
Gracias, Candela.
No lo había leído.
Curiosamente, mientras estaba en el ajo, tenía en la cabeza ese dicho, y me venía una y otra vez: "Cuidado con lo que deseas, que puede convertirse en realidad".
No hay que desesperar, a veces es mejor que las cosas te salgan mal, pero también es verdad que a veces pasa un tren que tenías que haber cogido.
No quiero pensar demasiado en el tema, la realidad es la que es, y yo ya no puedo hacer nada para cambiarla.
Creo que la mejor enseñanza es que yo he hecho lo que estaba en mi mano, y si se presenta otra oportunidad, volveré a hacerlo.
Un beso.
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