miércoles, 13 de mayo de 2009

Happy pills

No estoy de acuerdo con la medida del gobierno sobre la píldora del día después. Suministrarla de forma libre en las farmacias y sin límite de edad me parece una temeridad.

La píldora es un fármaco, que contiene hormonas, y como tal, no debería dispensarse libremente. ¿Por qué se exige receta, explicaciones, información, y la biblia en verso, para comprar un relajante muscular (que me parece bien), y no para comprar una dosis de hormonas? ¿Se pueden comprar anabolizantes libremente?

Coincido con el colectivo médico en que es una banalización del problema de los embarazos no deseados. Protegemos a los menores: no pueden salir en según qué anuncios, no pueden trabajar, no van a la cárcel, no votan, porque se supone que no están formados todavía, y sin embargo pueden comprar y tomar medicamentos no exentos de riesgos? ¡Que no estamos hablando de gominolas!

Al parecer, sólo los centros de planificación familiar de 10 comunidades dan la píldora gratis. En el resto, conseguirla es muy difícil, y el gobierno dice que quiere acabar con esa desigualdad. Pues que imponga su suministro gratis en todos los centros y en todas las autonomías, ¿no? Donde las afectadas pueden acudir libremente y pueden ser asesoradas con garantías. ¿Es una medida cara? Pues que las suministren con receta. O no, que la administración pública está para estas cosas. ¿O es mejor gastar el dinero público en subvencionar la compra de un coche?

Desde que existe esta píldora, no es raro que algunas chicas la hayan tomado varias veces. No quiero imaginar si su acceso es libre. La píldora del día después no es un método anticonceptivo más, es un método de urgencia, no exento de efectos secundarios y riesgos, y se debe informar de ello. Ya sé que los farmacéuticos (si es que está el titular en la farmacia) tienen capacidad para ello. Pero, ¿se llevarán a la chica a un reservado y le explicarán?

Y algo que no debe olvidarse, sólo sirve para prevenir el embarazo no deseado, pero no evita otros riesgos de las relaciones sexuales, como la transmisión de enfermedades venéreas, la hepatitis B, el SIDA, el virus HPV, etc.

Todo ello forma parte de la información que debe darse en Educación Sexual, que es por donde se tiene que empezar.

Por otro lado, quería comentar aquí que están ensayando un contraceptivo masculino parecido a la píldora femenina, mediante una inyección de testosterona, que bloquea la producción de espermatozoides. Parece ser que eficaz y sin efectos secundarios (o no más que los de las mujeres).

¿Por qué será que pienso que no va a prosperar?

4 comentarios:

PATSY SCOTT dijo...

Estoy harta de los políticos - creo que esta historia de la píldora e incluso lo de la ley del aborto (aun estando de acuerdo)lo sacan ahora para marear un poco la perdiz y no estemos pendientes del desastre económico en el que estamos metidos.
Ahora que ya jugaron el Barça y el Madrid, con estas cosas nos entretenemos una semanita (luego viene la segunda parte, con los obispos).
Un subidón me ha dado lo del contraceptivo masculino...Pero ¿quién se fia de que se lo tome/inyecte/esnife o lo que sea?

maikix dijo...

No se trata sólo de quién se fía de que el amigo use el contraceptivo, sino que habrá muchos reacios a hacer un tratamiento hormonal. En los ensayos de los que hablaba en el post, ya hubo los que lo abandonaron sin dar explicaciones.

Ave dijo...

Estoy de acuerdo con tu argumentación. Sí señora.

maikix dijo...

Gracias, Ave, aunque está claro que los gobernantes no hacen ningún caso de argumentos válidos. Se rigen por medidas efectistas que distraen la atención, como dice Patsy, o que proporcionan votos cuando hay unas elecciones en puertas.

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