Último día en Malta, con el tiempo justo para recoger y marcharnos.
Nos íbamos de Malta casi todos con ganas. Es una lástima, creo que el calor ha pervertido la percepción. Si alguien viaja a Malta, recomiendo que no sea en verano.
Nos levantamos como siempre, desayunamos, hicimos los equipajes, pagamos la cuenta y nos fuimos a la parada de autobuses.
Nos íbamos de Malta casi todos con ganas. Es una lástima, creo que el calor ha pervertido la percepción. Si alguien viaja a Malta, recomiendo que no sea en verano.
Nos levantamos como siempre, desayunamos, hicimos los equipajes, pagamos la cuenta y nos fuimos a la parada de autobuses.
Teníamos que ir, una vez más, en autobús a la estación central en la Valletta, a coger otro autobús que nos llevaría al aeropuerto.
Salimos con tiempo de sobra para coger los dos autobuses y comer en el aeropuerto antes de embarcar.
No sé cómo lo hicimos, pero subimos a un autobús que iba a la Valletta, sí, pero dando un rodeo impresionante, por lugares por donde no habíamos pasado. Por fin llegamos a la plaza Tritón, donde hicimos el transbordo de autobuses.
Entre la Valletta y Luqa, donde está el aeropuerto, hay unos ocho o diez kilómetros, trayecto para el cual pensaba que emplearíamos quince o veinte minutos, tirando largo, media hora.
No contábamos con que el 8, el único autobús que iba a Luqa, pasaba por todos los pueblos de alrededor, haciendo paradas de diez minutos!
Cuando llegamos al a eropuerto ya me estaba poniendo de los nervios, teníamos el tiempo justito para comernos un bocadillo rápido, y embarcar a las 13:30 h.
Nos dio tiempo a todo, y llegamos bien.
En Barcelona nos esperaba Tonio (gracias! Siempre se agradece que te espere alguien con coche en el aeropuerto).
Teníamos que deshacer las maletas, lavar la ropa, y volver a hacerlas, porque nos íbamos a...
MENORCA!
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