domingo, 14 de septiembre de 2008
De aquí a cien años, todos sordos
Leo: el uso de potentes reproductores mp3 crea una "generación sorda".
No es la primera vez que se habla de esto. Hace tiempo que se denuncia la disminución de la audición por la contaminación acústica.
Ya se están apresurando los fabricantes a poner limitadores de volumen, como los hay de velocidad en los coches.
Muchos se preguntan: ¿Porqué se fabrican coches que pueden correr a 240 km/h, si no se puede (debe) correr a más de 120? ¿Porqué se vende tabaco si produce cáncer? ¿Porqué los iPod pueden llegar a 130 decibelios, si a partir de 90 ya se sufren lesiones en el nervio auditivo?
Desengañémonos: No se nos puede dar libertad, que la usamos mal.
Necesitamos a papá (mamá)/estado/iglesia/médico, que nos multe, que nos condene, que nos asuste.
El peligro de las cosas, léase tabaco, alcohol, drogas, velocidad, etc, etc, no es intrínseco a ellas, sino a su abuso o mal uso.
El caso de la música alta me sorprende especialmente (en los otros se mezclan otras cosas como la adicción), quizá porque el ruido es de los contaminantes que peor soporto.
Se supone que la música amansa las fieras, que cultiva la sensibilidad y el espíritu, que relaja, que libera endorfinas... Todo esto, me lo creo, a unos decibelios determinados. Nadie puede pensar que la música estridente o muy elevada relaje a nadie, y lo que libera es agresividad.
Creo que en cierta medida, cuando uno se pone unos auriculares con música muy alta, hay una búsqueda de aislamiento. Del exterior, naturalmente, pero también del interior: es una manera de no pensar.
Es imposible generar pensamientos con sonidos elevados de cualquier tipo (y no me vengan con el multitasking: con música alta NO se pueden hacer bien los deberes). Así se evita, por ejemplo, la conversación en las discotecas.
No entro ya en la falta de respeto que supone imponer al resto de mortales lo que uno hace: en el metro, cuando vas oyendo la música de los auriculares de otro; por la calle, cuando pasa un coche con las ventanillas abajo y la música a toda pastilla; en tu casa, cuando oyes la televisión del vecino...
Por cierto, que digo yo: los que van en coches tuneados, tienen que poner la música altísima porque claro, con las ventanillas abiertas, dentro no se oye. ¿Y si las cerrasen? ¿Será exhibicionismo? Porque lo de no poner el aire acondicionado, no será por ecologismo, ¿verdad?
¿Estaré pecando, una vez más, de ingenuidad?
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