Ayer por la tarde fui con mi amiga Eva a un pub irlandés al que solemos ir con cierta frecuencia. Nos sentimos cómodas allí, a pesar de que a veces es imposible sostener una conversación, debido al ruido de fondo que hay, sobretodo cuando retransmiten partidos. A pesar de eso, el ambiente es agradable, y sirven la mejor Murphy's de Barcelona. Muchos días tienen actuación en directo, y al pobre que actúe se le escucha con dificultad. La gente suele hablar muy alto.
La mayoría de los camareros son irlandeses, y acude gente local y foránea de todas partes, pero especialmente británicos.
Ayer teníamos un grupo de fornidos daneses junto a nosotras, que llevaban en el cuerpo unas cuantas pintas, y que hablaban muy alto.
Mientras Eva fue al lavabo, me abordó uno de los daneses, quien seguía hablando igual de alto a pesar de colocar su cara a dos centímetros de la mía. Se dirigió a mí en inglés y, sorprendido de que le respondiese, me preguntó de dónde era. Incrédulo porque le hablaba en inglés, insistía en especificar si era española y barcelonesa y, después de convencerlo de que sí, sintió curiosidad por si hablaba inglés por mi trabajo. Debo aclarar que por mi físico pasaría desapercibida en Irlanda o en Escocia, cientos de veces me han tomado por extranjera.
Pero la incredulidad del danés no venía por mi aspecto, sino porque hablaba inglés. Eran un grupo de agricultores que habían venido el fin de semana a ver el partido del Barça, del que son seguidores. Estaba maravillado por la ciudad, la limpieza (le rebatí esto), los precios económicos (también se lo rebatí) y el trato recibido. Sin embargo, estaba estupefacto porque nadie habla inglés. Me contó que no habían encontrado ni un taxista, dependiente, ni ciudadano por la calle que hablase inglés, y que yo era la única persona con la que había podido mantener una conversación. Me pareció raro, pero insistía especialmente con los taxistas (imagino que tampoco habría tenido contacto con mucha más gente). Contaba que en sus viajes a Portugal había constatado que todo el mundo hablaba inglés, y no entendía cómo aquí no, siendo un país pegado al nuestro. Seguía metiendo el dedo en la llaga preguntando si eso era algo que pasaba en toda España o sólo en Barcelona.
A pesar de parecerme una exageración, en el fondo sentí vergüenza porque razón no le faltaba.
Editado posteriormente:
Podía haberle dicho al danés lo que Zapatero a los asistentes al Desayuno Nacional de la Oración en Washington: cuando le preguntaron por qué hacía su discurso en castellano y no en inglés contestó que el castellano es la lengua en la que, por primera vez, se le rezó al Dios del Evangelio en esta tierra.
Es que no tengo cintura. Claro que el danés se hubiera carcajeado como lo hicieron allí.
19 comentarios:
¡Ay y en FaceToFAce muriéndonos de hambre!! Yo a los taxistas los obligaba a tener un nivel básico de dos o tres idiomas. Ahora que ni tienen que aprenderse las calles gracias al GPS, que aprendan idiomas.
Jaja, lo de ZP fue todo un "understatement".
Besos.
¡Qué razón tienes, Patsy! Me quedé encantada en Marruecos cuando veía a gente que se espabilaba en saber idiomas para ganarse la vida: un vendedor de bisutería que además hacía de guía con camellos por el desierto, ¡hasta chapurreaba catalán!
Y aquí parece que hay que dar las gracias, a comerciantes, taxistas y demás gente al servicio del público. Y luego se quejan.
Pero claro, si ni el presidente del gobierno habla inglés...
Los españoles son vagos. Muy vagos. Y también creo que son bastante memos, porque emplean verdaderas fortunas en apuntarse a cursos de los que no sacan el mas mínimo provecho. No sé si piensan que uno puede aprender de forma milagrosa, o que el 80% del tiempo que deben dedicar a trabajar en casa (escuchando la radio, viendo la tele, o leyendo el periódico) también es algo que el profesor de turno hará por ellos. Porque una cosa es que no se aprenda inglés en los colegios (que ya es grave el tema) y otra muy distinta es que con 6 horas de clase de inglés a la semana (clases particulares incluidas) el 95% de la población (y estoy siendo generosa) siga siendo funcionalmente analfabeta en inglés. Luego, claro, nos preguntamos por qué pasa lo que pasa.
Es una pena dese luego que los ciudadanos no nos preocupemos más por aprender idiomas... Pero lo de los políticos es de juzgado de guardia, como se puede exigir para cualquier trabajo un nivel medio de ingles y a un político pasárselo por alto... patético.
Tengo que admitir que hablar ingles es una gran ventaja, ya que se ha convertido nos guste o no en el idioma internacional. Pero me fastidia un poco esa imposición de la cultura anglosajona.
Ave, el nivel que consiguen en la escuela ya es deprimente, y me da que fuera de ella, mucha gente se apunta como al gimnasio, que acaban pagando sin ir, porque todo lo que sea esforzarse un poco... queremos ciencia infusa.
Calamarin, es verdad, a cualquiera de nosotros se nos exige un nivel, hasta para ser barrendero, y para ser político... ni estudios!
Hola, Pura, me alegra verte por aquí. Es una lástima que se vea como una imposición imperialista: es una realidad. Además, es una suerte hablar idiomas, deberíamos exigir aprender 2 idiomas extranjeros en la escuela.
(me he pasado por tu blog, es una caña!
Besos a todos.
Qué manía con ver el inglés como "una imposición". Nadie obliga a nadie a aprender inglés. Mi abuela no habla inglés, y vive. Si alguien concibe el inglés como una "imposición", pues no hace falta aprenderlo: se elige una profesión (que existen, y muchas) donde no se necesite el inglés para nada. Pero claro: hace poco me vinieron unos parientes que se dedican al cultivo de flores, y resulta que todos los libros especializados de su oficio están publicados en tres idiomas, inglés, holandés y alemán. Necesitan ayuda para leerlos.
Adquirir un nivel de suficiencia básica en inglés no es muy difícil: en dos años de trabajo intensivo se puede conseguir. Yo empecé a estudiar inglés a los 9 años: a los 16 aprobé el CPE (Cambridge Proficiency), hace ya ejem dos décadas. Y yo no me considero ni mucho menos un portento de la naturaleza. Simplemente, es posible.
Y por otro lado, el inglés es un idioma extraordinariamente rico y expansivo. Los españoles siempre repiten tópicos como que "el español tiene más vocabulario que el inglés" (falso: el inglés tiene entre cuatro y cinco veces más de vocabulario que el español, y sigue ampliándose). O "el inglés es muy simple". Falso también: el inglés es una lengua muchísimo más sintética que el español (hacen falta menos palabras para decir lo mismo o más). Yo me mato intentando que mis alumnos capten lo que es una simple collocation para que tres años después todos sigan utilizando estructuras calcaddas del español. ¿Y por qué? Poruqe no leen, no escriben, no ven la tele, no ven películas en versión original. O sea: no hacen lo que tendrían que hacer para aprender.
No me gusta nada esa actitud tan española de "como lo mío, nada". Los suecos, los holandeses o los finlandeses protegen y aman su cultura y sin embargo son perfectamente capaces de expresarse en un inglés normal.
A eso me refería en el anterior comentario. El inglés es necesario en muchas profesiones y también si te gusta viajar, por ejemplo.
Recalqué en el post lo de "agricultores", porque aquí, quizá podría imaginarme al presidente hablando inglés, pero un payés...!!! Me admira la naturalidad con que en los países que tú has nombrado, y otros, el aprendizaje del inglés es como el de las sumas y restas: IM-PRES-CIN-DI-BLE (dicho en 5 palabras ;P)
Mira, un ejemplo. Hace dos años fue con uno de mis familiares de visita a Holanda. Es floricultor y quería investigar técnicas de cultivo, comprar materia prima, etc. Me llevó a mí porque pensaba que necesitaría manejarse en inglés y él no sabe ni papa. Pues bien: el 95% de las personas con las que tratamos (muchos de ellos, agricultores productores) no sólo es que hablaran inglés... ¡¡¡es que hablaban español!!! Gente capaz de explicarte en español todos los aspectos clave de su oficio: tienes que regar tanto, dejarlo crecer tanto, controlar la temperatura así o asao... Y ahí está la ventaja y eso explica por qué los holandeses son número uno en lo que hacen.
Y pongo este ejemplo precisamente porque es un ejemplo de la diferencia que hay entre el agricultor español (que incluso cuando es gran productor sigue operando con modelos de cuasi-subsistencia) y el agricultor holandés, que se ve a sí mismo como un empresario de verdad. Claro, luego te plantas allí y ves las inversiones que hay en tecnología y alucinas. Ellos tratan las flores como una verdadera industria y te venden sus productos en tu propio idioma. Nosotros, mientras tanto, nos hemos dedicado a arrancar olivos y a seguir pensando que es el resto del mundo el que se equivoca. Por eso en Estados Unidos el aceite de oliva que se vende es en buena parte aceite español etiquetado como aceite italiano: porque ni siquiera sabemos vendernos. Ni en nuestro idioma, ni en el suyo.
Es el idioma universal¡¡¡ No veo yo a Raul, mi vecino del segundo (taxista) aprendiendo inglés. Jajajajaja. Me encanta tu blog. Volveré. Estas invitada al mio. Estas en tu casa¡¡
http://mividaentuventana.blogspot.com/
Sí, Ave, es lo que le decía a Patsy: algunos guías del desierto de Marruecos, puesto que se encuentran con muchos catalanes, aprenden catalán, cuando podrían pasar con el castellano, pero es una manera de mejorar el servicio. Aquí no tenemos esa mentalidad, seguimos pensando que el universo gira en torno no de la Tierra, sino de España.
Encantada de tenerte por aquí, Miguelin, y gracias por tus palabras. Me pasaré por tu blog, que le he echado un vistazo rápido y me ha gustado.
¡Uuuuy, cuántas cosas! Los portugueses son históricamente anglófilos; además su lengua es una de esas que contiene muchos sonidos (eñe, cedilla, aspiradas, etc.), y para colmo llevan 40 años viendo películas y documentales en versión original (no hay doblajes). Todo eso y mucho más influye. Portugueses y brasileños tienen una natural facilidad para los idiomas; son casi como polacos. Entre paréntesis: los gallegos también tenemos algunas de esas ventajas. Je, je. El comentario del danés es indiscutible, en cualquier caso. Yo adoro Portugal. Hace años en Sintra, un anciano camarero portugués me explicó que él cuando iba de vacaciones a su aldea, que estaba en la frontera con España, prefería ver la TV española, porque era mejor (de factura se entiende) pero no le cabía en la cabeza que se doblaran las películas. En sus propias palabras era como "borrar una gran parte del trabajo del actor" (!). Pero en España nos hemos pasado mucho tiempo "encerrados"... y tenemos demasiada ¿vergüenza? Como chapurreador nato y desvergonzado que soy de media docena de idiomas (todos los hablo mal), tengo un consejo maravilloso para el aprendizaje de un idioma, que aprendí de Borges. Tome usted un texto clásico en el idioma en cuestión y léalo entero (lo ideal es paseando) en voz alta varias veces. Yo lo hice con Hamlet y Romeo y Julieta de don Guillermo; y con El Señor de los Anillos de Tolkien. Es un método mágico, en serio, y si no... que me lo discuta Patsy.
Un abrazo,
Con el permiso de maikix, jaja¡víctor, eres una delicia! Te imagino leyendo en voz alta...
Para aprender un idioma hay que tirarse de cabeza en la cultura que lo genera. ¿Y qué mejor que hacerlo con la literatura?
Los suecos aprendían en el colegio inglés, alemán y francés hace ya cincuenta años (y no exagero - la abuela de mi ex que murió hace ya unos años a los 97) pero es que veían el cine en versión original, hacían viajes con el cole a Londres o a París o a Frankfurt. Iban al teatro a ver obras de Moliére o Shakespeare, etc. Y lo entendían como un regalo, un pasaporte para poder viajar y aprender y conocer mundo. Nunca como una imposición. Ahora el alemán ha sido remplazado por el español y lo estudian encantados.
Estoy con Ave - resulta muy frustrante...
Jajajajja...!!! Otra vez me he quedado "Patsydifusa", jajajja... Víctor, siempre le pones la guinda al pastel. Voy a hacer lo que sugieres con el francés, que tengo que aprenderlo. Te advierto que los catalanes también tenemos esa facilidad como los gallegos ^_^
¡Qué inteligente, el camarero luso! Pienso como él, respecto a las películas.
Patsy, ¡qué suerte, los suecos! A mí también me parece un regalo.
Lo peor que nos puede pasar a los españoles (que está pasando) es que nuestro idioma sea también de los más hablados. Así son los otros los que aprenderán nuestra lengua, y nosotros no tendremos ni que pestañear para hacernos entender.
Muchos besos a los dos.
Lo que dice Víctor no es broma ni muchísimo menos. Yo tenía un profesor de árabe que aprendió árabe (ya sabía ruso y español) leyendo el nuevo testamento mediante la lectura comparada. Puede sonar un poco decimonónico, pero en el fondo es lo que hacemos cuando vemos cine en VOS: esucchamos un cachito de película y luego intentamos "casarlo" con los subtítulos. Y si eres competente, incluso te das cuenta de que en el subtítulo no está todo. Yo tengo una Torá en hebreo y allá que me pongo con ella (además, qué mejor "fuente", jajaja, aunque sea el antiguo). Y como ya te sabes todas las historietas...
A mi me encanta el inglés, gramaticalmente hablando, y esto de acuerdo con Ave que es mucho más sintético o preciso que el castellano. A mi muchas veces me cuesta decir algo eb mi lengua cuando con el singlés simplemente, la digo con una o a lo sumo dos palabrfas y eso que no soy bilingue por desgracia.
Aparte de esto en tiempos viajé mucho por placer y me tiraba de los pelos cuando no podía entender ni hacerme entender, así que ya mayorcita (unos 29 ó 30 años) me puse a estudiar inglés y es la hora en que aún no lo he dejado,porque me gusta. Sin embargo a mis hijos les "obligué" desde bien pequeños y joé, les ha costado muchísimo menos que a mi.
Lo de los daneses en Barcelona,Maikis, no me extraña jajaja, lo dificil, casi, es encontrar a alguien que hable castellano (no me tiréis piedras por favor). Eso si el catalá perfecto .)))
Jo, Ave, ¡lo del hebreo con la Torá...! Claro que si quieres leer algo en la lengua que estás estudiando, y no tienes nada más a mano...
Isa, no te voy a tirar piedras, porque tienes razón... según en qué zona de Barcelona te metas. Paseando por las Ramblas, plaza de Cataluña o la catedral, me he sentido extranjera en mi tierra :(
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