jueves, 6 de noviembre de 2008

Vicky, Cristina, Barcelona

Por fin he visto Vicky, Cristina, Barcelona. Y como me la habían pintado tan mal, pues no me lo ha parecido tanto.
A algunas personas les parece que la Barcelona que enseña no refleja la realidad de la ciudad. Pienso que no se trata de hacer un documental. No creo que sea una película para enseñar los barrios bajos, los orines en los rincones de las plazas o las cacas de perro por las aceras, que los hay, como en todas partes. Aparte de que flaco favor nos haría. Los protagonistas son gente de nivel socioeconómico alto, y se mueven en la película en ese entorno, además de enseñar lugares típicos como el parque Güell, la Pedrera, el Tibidabo, la Fundación Miró, las Ramblas, la Sagrada Familia... (En ese sentido es como un publireportaje)

Vamos por partes:

La banda sonora no me ha gustado. La canción del inicio que luego se va repitiendo, me ha parecido machacona y completamente fuera de lo que nos tiene acostumbrados Woody Allen. Del resto de temas, sí me ha parecido acertada Entre dos aguas de Paco de Lucía.

Las interpretaciones están bien, aunque me ha decepcionado un poco Scarlett Johanson (Cristina), quien me había gustado mucho en Match Point. Rebecca Hall interpreta a Vicky, y no sé si es intencionado, pero a mí me parece que tiene un cierto parecido físico, en moreno, con Scarlett, y para mí más guapa (aunque menos voluptuosa).
Se lleva la palma, sin ninguna duda, Penélope Cruz (María Elena). Es la mejor. La película adquiere ritmo y vida cuando ella aparece en escena, es todo pasión, entrega, sufrimiento e intensidad. Para quitarse el sombrero, ya tiene en mí una admiradora. Y Javier Bardem (Juan Antonio), que también está estupendo, incluso mejora cuando está con ella.
Ambos actores (Bardem y Cruz) eclipsan al resto cuando están en la pantalla. Comparando, ellos dos vendrían a ser como jamón de jabugo, y el resto de protagonistas, pescado hervido. No sé si me explico.

El argumento no se aguanta por ningún sitio, no hay quien se lo trague. O yo no me lo creo: La proposición que les hace Juan Antonio a Vicky y a Cristina, sin conocerlas, en un restaurante donde coinciden, de llevarlas a Oviedo un fin de semana, invitándolas abiertamente a tener sexo con él; el trío casi perfecto (digo casi, porque luego Cristina se retira) que se montan entre Cristina, María Elena y Juan Antonio; el atribulamiento de Vicky, persona sensata y cabal, a punto de casarse, que se enamora también de Juan Antonio, tras un polvo; y el final... un poco forzado y precipitado, parece para contentar a todo el mundo.

Entre todas las películas de Woody Allen, desde luego ésta no estaría entre las mejores. Sin embargo, creo que es una película que vale la pena ver, aunque sólo sea por la Barcelona que nos ofrece, y la magistral pareja Bardem/Cruz. Su tormentosa relación, apasionada, dolorosa, intensa, ni contigo ni sin ti, me ha llegado al alma, quizá porque me he sentido identificada...

Un último apunte. Si recordáis, en agosto jugué con la posibilidad de plagio entre Cassandra's dream y Antes de que el diablo sepa que has muerto, una posibilidad que no me la creía ni yo, pero comenté que ese sería un interés más por ver Vicky, Cristina, Barcelona. Pues bien, resulta que han acusado a Allen de plagio por esta película, y hay un buen lío organizado. Os recomiendo un blog donde su autor ha hecho de detective por su cuenta para intentar esclarecer el asunto...

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