lunes, 12 de octubre de 2009

Cinemaikix

(fotograma de Malditos bastardos)

Las últimas películas que he visto (me han gustado todas):

Gigante (Adrián Biniez, Uruguay 2009). Oso de plata en Berlín.
Película minimalista con escaso diálogo, donde la fuerza del guión reside en los grandes ojos azules y el voluminoso corpachón del protagonista (Horacio Camandule), que trabaja de guardia de seguridad nocturno en una gran superficie comercial, controlando las cámaras. A través de éstas descubre y se enamora de una chica de la limpieza (Leonor Svarcas), ajena a todo. La película es una historia de amor a una banda, la de Horacio, que se obsesiona, espía, persigue e incluso defiende a Julia desde el anonimato, sin atreverse desde su enorme (como él mismo) timidez, a darse a conocer.

El secreto de sus ojos (Juan José Campanella, Argentina 2009).
Benjamín Espósito (Ricardo Darín), recién jubilado del juzgado de instrucción en lo criminal, decide ocupar su tiempo en escribir una novela, sobre un crimen sucedido treinta años antes, crimen que a pesar de su empeño quedó impune, que segó la vida de su compañero y mejor amigo y que a él mismo le cambió la suya. Enamorado entonces secretamente de su jefa inmediata (Soledad Villemil), al revivir el crimen también revive todos sus sentimientos y aflora el sinsentido de su existencia.
Otra película en la que los protagonistas dicen más con la mirada que con las palabras, o que dicen una cosa con la boca y otra con los ojos. Guión bien construido y dirigido, con intensas emociones contenidas y tan irresueltas como el crimen, que los protagonistas interpretan con credibilidad. Amor, humor y filosofía en dosis adecuadas.
Mi pero (siempre tengo que poner un pero a todo), la caracterización. Son los mismos actores que interpretan los personajes con treinta años de diferencia, y me cuesta creérmelos envejecidos. Ya sé que no se puede hacer nada, pero me pasa igual que cuando veo una película doblada: veo a unos actores que mueven la boca, y oigo una voz sobrepuesta.

Whatever works (Si la cosa funciona; Woody Allen, EEUU 2009).
Comedia romántica al más puro estilo Woody Allen (quizá porque el guión lo escribió hace más de treinta años). La película viene a decir lo importante que es dar y recibir amor, ya sea de un hombre, una mujer, dos hombres o de una cabra: "Si la cosa funciona..."
Es un destilado de Allen: humor ácido y sarcástico, misantropía, egolatría y genialidad, al fin y al cabo. El protagonista (Larry David) no es más que el alter ego de Allen, podría haberlo interpretado él mismo. Ninguno de los actores es una estrella, aunque los que hacen de padres de la principal protagonista (Ed Begley Jr y Patricia Clarkson) son conocidos secundarios de lujo. Pero todos los intérpretes están fabulosos.
A la película no le falta de nada: cascarrabias vanidoso, neurótico y suicida que odia a todos los humanos, adolescente ingenua escapada de casa de sus padres en Mississipi, religión encubridora de relaciones hipócritas, homosexualidad agazapada...
La he visto dos veces.
Mi única pega... que el final es demasiado bonito y redondo. No hay nada que se escape, es un final feliz. Y a mí eso me repele un poco, hace que me crea menos la peli.
Aún así, un diez por la última de Woody Allen.

Inglourious basterds (Malditos bastardos; Quentin Tarantino, EEUU 2009)
¡¡¡Una maravilla!!! Cuando acaba la película (que dura más de dos horas y media) te quedas esperando más, por favor, ¡quiero maaaaaaás...!
El guión una genialidad, las interpretaciones, espléndidas, a cuál mejor. Aunque se lleva la palma el nazi cazajudíos (Christoph Waltz). Diálogos delirantes (en la bodega donde se están apuntando con un arma a los testículos...), escenas memorables (los tres americanos "bastardos", entre ellos Brad Pitt, hablando -intentando- en italiano...), detalles portentosos (la escayola de la pierna de la actriz-espía, con tacón...). Fantástica, sin desperdicio.
Salí del cine pensando: Si se pudiese hacer eso de meter, por ejemplo, en el Palau de la Música, a todos los chorizos, políticos corruptos, mafiosos y demás carroña que tenemos por aquí, y pegarle fuego...!

10 comentarios:

Víctor González dijo...

Sólo he visto la de Ricardo Darín y me ha parecido de primera. La verdad es que tienes razón en el asunto de la caracterización, pero yo ni me enteré. Con lo de las películas VO, ¡cuánto las echamos de menos los que nos hemos vuelto a provincias!

MFe dijo...

Estoy más perdida que el arca de Indiana Jones... No he visto ningunaaaaaa.....

Besos!!

maikix dijo...

Victor, "El secreto de sus ojos" me parece una película de primera, preciosa, que no tiene nada que envidiar a ninguna.
Estremecedor cuando Benjamín le dice a Irene de Morales, el marido de la chica asesinada: "Tienes que ver sus ojos, están en un estado de amor puro".

Alma, no te preocupes, creo que estarán tiempo en cartelera (excepto "Gigante", que en Barcelona sólo la dan en UN cine!)

Besos a los dos.

Candela dijo...

Ya tenía apuntada (vía Ave) El secreto de sus ojos. Me apunto la de Woody Allen y te pregunto sobre la de Malditos bastardos ¿no hay demasiada violencia? Me tiran para atrás las películas de Tarantino precisamente por sus dosis, la mayor parte de las veces injustificada, de violencia y por su regodeo en hacérnosla ver con todo detalle.

Un beso y gracias por tus estupendas críticas de cine.

mam dijo...

Ni te imaginas la envidia que me dan tus entradas sobre cine, y la de veces que me quedo con ganas de ver alguna.

En cuanto vaya a ver una peli de "mayores" me guiaré por tu blog.

ayyy ¡yo quiero ser como tú!

Isabel (La Otra) dijo...

Mi afición a IR al cine (dos/tres veces por semana) fué desapareciendo progresivamente a la venta de palomitas en las salas. Soy una maniática del silencio en la sala. Recuerdo con nostalgia unas maratonianas sesiones en los Cines Ideal en Madrid donde, además de tener un aparcamiento a 5 minutos, dan las pelis en versión original. Recuerdo una vez que tenía 3 ó 4 señoras delante y no hacían más que comentar la película. Les dije que por favor se callaran y una se vuelve y me dice : "pero ¿qué mas le da? ¡si hablan en inglés!". Media sala se descojonó de la risa y tuvo que entrar un acomodador.
En cuanto a las pelis que citas, tengo pendiente la de Woody Allen, mi ídolo de siempre. De Tarantino pasaré, supongo que será magnífica, pero como que no, ya tuve bastante cuando se "puso" de moda.
Iria a ver a Campanella que me parece un más que magnífico actor pero, pena penita pena, leí la novela hace tiempo y no me gustó mucho.

maikix dijo...

Candela, Tarantino es Tarantino, y algo de violencia sí hay, no lo voy a ocultar. Pero no es estilo "Kill Bill", que ya se sabe que es un comic. Creo que en esta película tiene la dosis justa, no se regodea aunque sí se lo toma con humor, y eso le quita hierro.
Desde luego la recomiendo encarecidamente (y no suelo ir a ver pelis de violencia ni de guerras, ni de holocaustos, ya sean de Spielberg ni de la madre que lo parió) ;-)

Jajaja, Mam, qué graciosa eres! Lo de ser como yo, se consigue con el tiempo. A la que mis hijos se han hecho mayores, me he tirado a las salas como una posesa.

Isabel, yo lo que he cambiado es el horario. Suelo ir a horas intempestivas, cuando con suerte estamos 4 ó 5 personas, a veces incluso he estado sola en la sala, proyectando sólo para mí! Yo también busco el silencio absoluto.
No hace mucho me senté delante de un grupo de mujeres que no paraban de hablar, después de chistarles y que no me hicieran caso, me cambié de sitio... ¡y fui a parar al lado de otro grupo igual!
El libro en el que está basada la peli de Campanella seguro que diría muchas más cosas, pero la interpretación, los silencios, las miradas, los sentimientos contenidos, la tensión acumulada... llenan "el secreto de sus ojos".

Besucos a las tres.

José Angel dijo...

Hola, pues no tardaré en ver la de Tarantino (de hecho estaba en los Renoir Princesa cuando fui a ver Moon y dudé en cuál ver primero).
Apatece verla después de comprobar tu entusiasmo.
Sobre Gigante te diré que tenía mis dudas pero solo veo que ha gustado y mucho. Así que no tardaré en acercarme a verla también: las chicas de la limpieza me han inspirado siempre mucha ternura (lo digo con todo respeto).
Saludos.

maikix dijo...

Hola, José Ángel. Yo estaba por ver "Moon" cuando vi por segunda vez "Whatever works", pero iba con una amiga que no había visto ésta y la prefería, y a mí no me importaba verla otra vez. Pero veré "Moon" soon... ô_~
Lo que me sorprende de "Gigante" es que, habiendo obtenido el oso de plata en Berlín, apenas se oye hablar de ella. Es una peli tierna.
Un abrazo.

Víctor González dijo...

¿Alguien recuerda los Griffith de La Florida, que tenían un gato gigantesco (obviamente para perseguir a las abundantes ratas) que a veces se te subía a las rodillas, se acomodaba allí a dormir y tenías que aguantarlo toda la peli?
¡Eso sí que era cine!

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