
Estas dos últimas entradas vienen al hilo de dos artículos seguidos que han aparecido en Diario Médico, la publicación de la Organización Médica Colegial.
El primero de los artículos es una loa a las propiedades médicas de la cerveza en general. Desde prevenir las enfermedades cardiovasculares por favorecer el aumento del colesterol bueno (HDL), y por las propiedades antioxidantes y antiinflamatorias de los polifenoles; a la mejora de la circulación por el aporte de vitamina B, fibras y minerales; el silicio, en concreto, que compite con el aluminio, elemento relacionado con la aparición del Alzheimer, además de esta enfermedad neurodegenerativa, también prevendría la osteoporosis al favorecer la formación ósea.
El segundo artículo se centra en la supuesta prevención del cáncer, concretamente el de mama, por el efecto del xanthohumol, flavonoide antioxidante natural contenido en el lúpulo, y por los fitoestrógenos contenidos en la cerveza.
Ya hay voces que se han alzado en contra de estas afirmaciones (la prevención del cáncer), ya que los estudios que citan en el artículo mencionado se han realizado en modelos animales, lo que no puede extrapolarse, de momento, a humanos.
Creo que hay que separar el grano de la paja, y darle al César lo que es del César:
* La cerveza es un alimento líquido, puesto que aporta carbohidratos, vitaminas, minerales y fibra. Buena como complemento, no vale sustituir una comida por tres medianas.
* Tiene efecto antioxidante y antiinflamatorio y mejora el perfil lipídico. Lo que no quiere decir que si tienes el colesterol alto, o una faringitis, como tratamiento, ¡te trinques una caña!
* NO engorda especialmente (100 ml de cerveza aportan 45 kcal, 17 kcal si es sin alcohol). Lo que engorda es la tapita que se toma para acompañar la caña. Lo de la barriga cervecera es mentira.
* No hay que olvidar que la cerveza es una bebida alcohólica, y por lo tanto su consumo abusivo tiene efectos perjudiciales que sobrepasan con creces sus posibles efectos beneficiosos.
* Es posible, y hasta probable, que algunos componentes de la cerveza tengan un efecto anticancerígeno, pero para que fuesen preventivos deberían tomarse en tal cantidad que antes provocaría un coma etílico.
* Se considera un consumo moderado, y por tanto potencialmente beneficioso, un máximo de 2 cañas (una caña = 200 ml) las mujeres y 4 los hombres (ya comenté aquí las diferencias de sensibilidad al alcohol entre hombres y mujeres).
* La cerveza está muy rica y es refrescante, y yo ME PIERDO POR UNA MURPHY'S del pub Michael Collins...!