Recomiendo encarecidamente que vayáis a ver The boat that rocked (Radio encubierta), la película que más he disfrutado últimamente.
Le gustará a cualquier amante del rock clásico y/o mayor de 35 años.
Para empezar, el título es un juego de palabras que ya pone en antecedentes de qué va la cosa, sorprendentemente, también conseguido en la traducción al español: Hace referencia a un barco con problemas y rockero, en inglés, y a una radio emitida desde un barco y oculta o pirata en español.
Es una coproducción anglo-alemana, y su director, Richard Curtis, fue el guionista de la genial serie de los 80 Black Adder (La víbora negra, no sé si se emitió en el resto de España, en Catalunya sí, hace muchos años, como L'escurçó negre, con Rowan Atkinson), de Cuatro bodas y un funeral, Notting Hill, El diario de Bridget Jones y Mr. Bean. Como director ha firmado también Love Actually.
La película se sitúa en 1966, cuando no existían concesiones de emisoras y sólo la BBC emitía oficialmente. Pese a que la música pop y rock se encontraba en plena efervescencia, sólo se podían escuchar 45 minutos al día de esta música, así que las emisoras pirata emitían 24 horas desde barcos anclados en el mar del Norte, y eran escuchadas por más de la mitad de la población. Desde la cámara de los comunes se inicia una guerra personal (el ministro Dormandy/Kenneth Branagh) para desmantelarlas.
Carl (Tom Sturridge) acaba de ser expulsado del colegio y su madre (Emma Thompson) lo manda con su padrino Quentin (Bill Nighy), quien es el jefe de Radio Rock, una de esas emisoras piratas, formada por un variopinto grupo de DJ's, entre ellos el Conde (Philip Seymour Hoffman), Dave (Nick Frost), Gavin (Rhys Ifans), Simon (Chris O'Dowd), o Midnight Mark (Tom Wisdom).
La música es impresionante: Jimi Hendrix, The Who, Rolling Stones, David Bowie, The Turtles, Cream, The Supremes... Es imposible mantener los pies quietos durante la película, y saldrías al pasillo del cine a bailar.
La película es colorista, reflejando perfectamente la moda de los 60-70, en contraste con los miembros del gobierno británico, de negro y engominados. Divertida, optimista y bien interpretada. Para mí magníficos Philip Seymour Hoffman y Rhys Ifans (Spike en Notting Hill, el mejor de esta peli), pero el resto no tienen nada que envidiarles, es una película coral que no tiene estrellas.
Algún pero tengo que sacarle:
Todos los DJ's son chicos, que ya me imagino que debía ser así en la realidad, pero las chicas aparecen en la película cada quince días, que suben al barco para acostarse con ellos. Son mostradas como facilonas, interesadas y traidoras (lo poco que aparecen en escena). En el barco sólo convive con ellos una chica, y porque es lesbiana y sabe cocinar...(!!!)
En cualquier caso, la recomiendo, pasé dos horas estupendas sonriendo y escuchando buena música... ¿qué más se puede pedir?
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