
La enésima víctima de violencia machista en nuestro país se ha producido esta vez en Beneixida. El marido asesino, después, intentó suicidarse tirándose por el balcón (por enésima vez también, me pregunto por qué no se
intentan suicidar antes). Cuando escuché la noticia por la radio, me imaginaba un edificio más o menos alto, y que la
mala pata había querido que no se matase con la caída. Por la noche vi en la televisión que se trataba de una casita, y que el balcón estaba a unos dos metros y medio del suelo. ¡Patético!
En Afganistán, las
mujeres que quieren trabajar son condenadas a muerte, y los maridos que no hacen desistir a sus mujeres de sus aspiraciones, son asesinados. "
Profesoras, médicas, políticas, cooperantes, periodistas, cantantes, actrices y otras profesionales que trabajan en contacto con el público o muestran su imagen en los medios de comunicación están amenazadas. Los talibanes justifican los ataques contra ellas alegando que realizan actos inmorales y califican a la mayoría de prostitutas".
En Mauritania todavía lapidan a las mujeres que no se someten a un marido impuesto por conveniencia. En Cádiz se está celebrando un
juicio contra el
marido y la familia de una mauritana de 16 años quien hace tres fue obligada a casarse y mantener relaciones con su primo de 40. En este caso, la chica y su familia llevaban 20 años viviendo en Cádiz, lo que no fue óbice para que los padres mantuvieran una tradición discriminatoria, hasta el punto de que el padre amenazó a Selamha, su hija, de tirar la primera piedra de su lapidación. No se habían integrado ni siquiera en el idioma: apenas hablan unas cuantas palabras en castellano.
Ameneh Bahrami es una mujer iraní de 30 años que
quedó ciega y brutalmente desfigurada tras ser rociada con ácido en la cara por un pretendiente despechado. Este caso me parece especialmente espeluznante. La práctica de rociar el rostro de las mujeres que no se someten con ácido, en algunos países, es una salvajada. La ley del Talión (
ojo por ojo y diente por diente) me parece otra salvajada. Ameneh ha decidido que se le aplique a su agresor, con la salvedad que en Irán las mujeres valen la mitad que los hombres, así que en lugar de dejarle ciego aplicando ácido en los ojos del acusado, sólo se le podrá aplicar en uno.
En el mundo del faranduleo, ha causado conmoción que la cantante Rihanna, una preciosa chica de 21 años (no conozco su música), se ha casado con Chris Brown, también cantante (rapero, a quien no quiero conocer), de 19 años. El mes pasado Chris le propinó tal
paliza a Rihanna que la dejó inconsciente. Fue denunciado, pero Rihanna no sólo ha retirado los cargos, sino que lo ha perdonado, y para más
inri, ¡se ha casado con él!. Desgraciadamente, no es ni el primer caso ni será el último de maltratadores que son perdonados y reinciden una y otra vez, hasta que por fin la mujer abre los ojos y ve lo que tiene delante, o bien los cierra para siempre tras la última paliza.
El caso de Svetlana permite albirar algo de esperanza en la justicia, aunque por otro lado ponga en evidencia la bajeza de los
reality shows de televisión.
Svetlana había sido novia de Ricardo, a quien dejó por malos tratos, y quien tenía una orden de alejamiento dictada por el Tribunal Superior de Justicia de Valencia. Ricardo solicitó al programa de Antena 3
El diario de Patricia la comparecencia de Svetlana, quien acudió sin saber lo que le esperaba. Los responsables del programa conocían la orden de alejamiento, pero se excusaron porque al parecer la sentencia no era firme al no habérsele podido entregar personalmente a Ricardo, y además le preguntaron a Svetlana si podía sentirse incómoda ante la presencia de alguien, quien no contestó. Ricardo apareció en el programa y le pidió que se casara con él, y Svetlana lo rechazó. Cuatro días después, apareció degollada. Tras el juicio, Ricardo ha sido
condenado a 21 años de prisión. ¡Aleluya!
Estos seis casos están extraídos de la prensa de un único día, no es una recopilación adrede. Así que, cuando mi hijo Àlex, de 13 años, me pregunta por qué hay un día de las mujeres, y no hay día de los hombres, no tengo más que explicarle el día a día.