lunes, 1 de noviembre de 2010

Obras

Estoy liada cual pata de romano.

Por fin, después de no sé cuántos años tras ello, y tras dos años y medio desde que se aprobó el proyecto, persiguiendo a la gente para que pague o se comprometa a pagar, se empieza a rehabilitar la fachada del edificio donde vivo. Yo ya llevo dos años pagando el préstamo que pedí para ello, y me quedan otros tantos.

Esta semana han empezado a poner los andamios, que hasta el permiso para ello ha costado, porque el ayuntamiento se negaba porque ocupa toda la acera. Andamios especiales, aislados, porque tiene que venir personal especializado para tirar abajo la fachada, que es de fibrocemento (del de antes, el que contenía el cancerígeno amianto), y para retirar los escombros.

La mayor parte de la fachada cubre unas tribunas a manera de balcones cerrados, que dejarán a la intemperie. El salón de mi casa (y de la mayoría de vecinos) da a esa tribuna, que además hace las veces de habitación. Para no quedarnos literalmente con el culo al aire, nos taparán el salón y las ventanas de las habitaciones que dan a la tribuna con pladur. ¡Hala, sin ventilación, o con un ventanuco que nos abrirán en el pladur, para que nos contemplen los trabajadores!

En esa tribuna tengo un estudio, lleno de estanterías con libros, un escritorio y todas las plantas que hay en mi casa. Pues este largo fin de semana, en lugar de salir, descansar, bailar o dormir, he tenido que desmontarlo y empaquetarlo todo, porque mañana empiezan a tapiarnos.

A la pasta que me cuesta la fachada, veintiún mil euros del ala, hay que añadir que he tenido que alquilar un trastero mientras duren las obras, porque no tengo sitio en casa para dejar todo lo que he desalojado de la tribuna: cajas con libros (muchos los he puesto en doble fila en otra gran estantería que hay en el salón, pero todos no me caben), montones de estantes, laterales, traveseros, cajonera, cortinas, lámparas... Y sin contar las plantas. Las orquídeas me las llevaré a mi despacho del hospital, para que se pongan estupendas como la que tengo allí, el resto tendré que bajarlas al patio, si me dejan.

No sé cuánto tiempo van a durar las obras, alrededor de un año o más para todo el edificio, pero lo que me concierne a mí no sé cuántos meses, sólo sé que voy a estar muy entretenida...

11 comentarios:

Víctor González dijo...

Vale, Maikix, la cosa no tiene remedio. Un consejo menor: tira libros. Regálalos. Deshazte de ellos. Yo lo hago desde hace años. La mayor parte de los libros que acumulamos no vamos a consultarlos ni leerlos nunca más. Es un hecho. Y sin embargo pueden ser útiles para otros. Un criterio muy bueno para seleccionar es el mismo que con la ropa. ¿Me he puesto esta chaqueta en los últimos dos años? Si no es así, es que no me la voy a poner en los próximos veinte. Con los libros funciona igual.
Otra cosa, ¿qué tal tu visita a Madrid? ¿Estuviste con Manolo y con Patsy?
Un abrazo,

maikix dijo...

Tienes razón, Víctor, sé que debería hacerlo, pero soy incapaz de tirar o regalar libros. Para mí cada uno de ellos es como un tesorito. No creas, me pasa casi lo mismo con la ropa.
Todavía no he estado en Madrid, voy allí el 27. ¿Te animas? ¡Nos lo pasaríamos en grande los cuatro!
Y tú, ¿cómo van las presentaciones del libro?

fiorella dijo...

Prefiero otros entretenimientos,pero si no hay más remedio....Lo que dice Victor es muy recomendable,cuesta hacerlo,eh?, pero se puede, yo lo hago.Un beso.

maikix dijo...

A mí me cuesta horrores, fiorella, soy incapaz de tirar los cuentos de cuando mis hijos eran pequeños, sin ir más lejos.
Pero lo de la ropa, lo haré.
Un beso.

Víctor González dijo...

Ah, creí que el viaje a Madrid era del 27 de octubre. Me encantaría ir, pero desde que entramos en el "corralito" no tengo ni un duro y no puedo permitírmelo. A ver si la cosa mejora. Presentaciones no hay, excepto esta del día 11... que es entre amigos. Como ya te comenté alguna vez, para Anaya no existo. Un abrazo,

PD: Fiorella, gracias por tu comentario. Visitaré tu blog ¿de dónde demonios voy a sacar el tiempo?
Un abrazo,

ISI dijo...

Que bien. Me encantan las obras y las reformas. De hecho estoy boquerón, pero sigo planeando reformas en mi casa (estrenada en el 2007....). Es un vicio.
Por cierto, tienes que estar contenta de que te van a remozar la face, vas a poder tirar cosas y hacer limpieza a fondo (:::. E incluso puedes aprovechar para hacer alguna obrita si te apetece.
Lo de la "tribuna" esa que mencionas no se lo que es, pero suena de miedo

PATSY SCOTT dijo...

jajjaja, te estoy imaginando como en "Esta casa es una ruina", con los obreros comentando desde la ventana. Puf, lo de tirar o regalar los libros, no sabes cómo te entiendo! Tengo libros de mi padre sobre la segunda guerra mundial que seguramente no leeré nunca pero soy incapaz de regalarlos y los míos ni te cuento. Víctor, me temo que pasa como con la ropa - que basta que regales una chaqueta que no te has puesto en 5 años para que al año siguiente te apetezca ponértela.
Paciencia, maica y ojalá se mantuviera el tiempo para cuando vengas. Madrid está precioso con este sol otoñal. Besos.

maikix dijo...

¡Qué lástima, Víctor! Pero Patsy, Manolo y yo nos tomaremos unas pintas a tu salud, seguro.
No desesperes, todo tiene un final, y la crisis también.
Un abrazo.

Jajaja... Isi, ¡tú sí que eres rara! No conocía hasta ahora nadie a quien le gustasen las reformas.
Sí, lo de la tribuna, dicho así, suena muy fashion, pero en realidad no es más que un balcón cerrado... :(
El último fin de semana de noviembre estaré en Madrid. ¿Podremos por fin conocernos? En mi perfil tienes mi mail, por si quieres que quedemos :)

Patsy, estoy contigo en lo de los libros y la ropa...
Me han dejado sin ventilación en casa, y a oscuras, tengo que tener todo el día la luz encendida.
Estoy deseando llegar a Madrid. ¡Tengo un montón de cosas que contarte...!

ISI dijo...

Hombre que bien: ahora mismo te pongo un msj.
En cuanto a la ropa: NO tirar nada de valor. Yo me estoy poniendo ahora una cazadora de cuero de hace más de 15 años....y así me pasa con otras chaquetas: les doy otra oportunidad subiendo el largo, por ejemplo: ahora se llevan más cortas que antes.
En cuanto a los libros, es dificil tomar una decisión pero alguno si que he desechado y que han sido regalos de personas que no saben mis gustos. Lo que hago es dejármelos "olvidados" por alguna parte. A la basura nunca.

polen dijo...

Sense comptar que a quarts de quatre ja és gairebé de nit a casa...

ISI dijo...

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