sábado, 25 de septiembre de 2010

Cinepatía

Reconozco que como últimamente estoy un poco negativa, le saco faltas a todo, y eso incluye también las películas que veo, pero intentaré no ser injusta en mi valoración. Debo decir que hasta ahora la cartelera estaba bastante floja, así que no todo es culpa de mi visión sesgada. No ha servido escoger las películas por el director, los actores o la publicidad.

Conocerás al hombre de tus sueños (You will meet a tall dark stranger, Woody Allen. USA 2010).
Un gran fiasco y una gran decepción. Si os soy sincera, no me acuerdo de nada de la película, ni quiero acordarme, y es así desde los diez minutos posteriores a la salida del cine, en los que estuve maldiciendo y despotricando sobre ella. A partir de ahí, se borró automáticamente de mi mente. He tenido que recurrir a internet para leer sinopsis e ir recordando, pero ni siquiera me apetece explicar aquí de qué va.
Es una película del estilo de la del año pasado, Si la cosa funciona, pero ésta sí funcionó, seguramente porque estaba pensada desde 30 años antes, cuando el mejor Woody Allen. En cambio Encontrarás... no tiene dónde agarrarse, si no es a la interpretación de Anthony Hopkins y Naomi Watts. No se identifica a Allen ni por el forro. Antonio Banderas prescindible completamente. En el enlace que os he puesto creo que la ponen demasiado bien. En fin, un bodrio que recomiendo no ir a ver.

El americano (The American, Anton Corbijn. USA 2010).
Interpretada por George Clooney, que creo que es el único gancho de la película (bueno, y para quien le guste, los desnudos de Violante Placido). Se supone que es un thriller donde el protagonista es un asesino a sueldo y experto en armas, que pretende redimirse en un pueblo remoto en los Abruzzos italianos tras un último trabajo. La película está basada en la novela A very private gentleman, de Martin Booth y, sin haberla leído, me da que se deben parecer como un huevo y una castaña. Las palabras de una de las productoras (Ann Carey) en el folleto gratuito que leí en el cine, esperando a que comenzase la película: "Leí la novela hace más de diez años, y enseguida pensé que podría ser una película sexy y entretenida con un papel interesante y complejo", ya me chirriaron.
La interpretación de Clooney es francamente buena, y no va de guaperas ni de galán, como lo demuestran los (excesivos) primerísimos planos que confirman que el tiempo pasa para todos. La fotografía también es excelente, se nota que el director es fotógrafo, y el paisaje forma parte indisociable del argumento, colaborando en reflejar la soledad y aridez del protagonista. Sin embargo, el argumento es muy flojo, los personajes secundarios (o no tanto) forzados, demasiados cabos sueltos y un final metido con calzador. La historia de amor entre Clooney y Placido aparece como un champiñón de la nada, y el cura Pepito Grillo con sus propios secretos resulta un poco naïf. En definitiva, película visible, pero que no está a la altura de lo que promete, prescindible.

Madres e hijas (Mother and child, Rodrigo García. USA 2009).
No es la primera vez que Rodrigo García, hijo de Gabriel García Márquez y director de Cosas que diría con sólo mirarla, dirige una película con varias historias de mujeres, ya lo hizo con éxito en Nueve vidas. También se nota la mano del productor, González Iñárritu, experto en entrelazar tramas dentro de sus películas. Madres e hijas narra la vida de tres mujeres y la relación con sus respectivas hijas y madres, las que están, las que no están, por voluntad propia o ajena, las que tuvieron que dejar marchar, las deseadas que no llegan...
Maternidad no deseada, maternidad anhelada, adopción, aborto, son los conceptos que aborda la película, desde un punto de vista parcial, naturalmente el del director, que puede compartirse o no. En aproximadamente la primera mitad de la película, mientras se expone cada personaje y sus circunstancias, el argumento es convincente y la caracterización de los personajes brillante. A partir de ahí, la resolución de las distintas tramas y la forma de conectarlas, algo artificiosa. La transformación del carácter de las protagonistas no resulta muy creíble.
La película brilla mucho más por el cuadro de actores: Annette Bening está espléndida, Naomi Watts lo borda, Cherry Jones y Kerry Washington convencen. La presencia masculina en la película, discreta y silenciosa, interpretada por unos adorables Samuel L. Jackson y Jimmy Smits, fuertes y tiernos como dicen que nos gustan a las mujeres.

Dos hermanos (Daniel Furman. Argentina 2010).
De las cuatro, la que ha pasado más desapercibida y, sin embargo, la que más me ha llegado. Interpretada por Graciela Borges y Antonio Gasalla, dos conocidos y consagrados actores argentinos. Creo que a ella no la conocía, y a él sólo lo había visto como la inefable mamá Cora en la película argentina de 1985 Esperando la carroza. Del director había visto El abrazo partido y Derecho de familia, y me habían gustado.
El film está basado en la novela de Sergio Dubcovsky Villa Laura.
Susana y Marcos son dos hermanos solteros sesentones diametralmente opuestos, que se odian y se quieren a partes iguales. Susana tiene una personalidad avasalladora con delirios de grandeza, es mitómana, dominante, manipuladora y timadora, mientras que Marcos es sumiso, sensible y apocado, y ambos tendrán que enfrentarse a la muerte de su madre, con quien vive Marcos, y al resto de sus vidas.
La familia no se escoge y, a veces, es lo único que tienes. Tengo algún caso parecido en mi familia.
Lo mejor de la película, una vez más, es la soberbia interpretación de los protagonistas, aunque a veces el histrionismo del personaje de Graciela y el conformismo de Marcos resultan irritantes.

8 comentarios:

PATSY SCOTT dijo...

Después de mandarme una parrafada y verificar con una palabreja muy graciosa, me da error - service unavailable.
La argentina tengo ganas de verla. El papel parece escrito para Graciela Borges (que en mis tiempos estaba en toooodaas las películas argentinas y es una de las "vacas sagradas"). Su mejor papel, en La Ciénaga (que NO te recomiendo en tu actual estado de ánimo porque es demoledora).
Estoy bebiéndome una copita de sangría (para despedir el verano y quitarme de la cabeza las tonterías que estoy traduciendo). A tu salud, guapa! y ánimo.
Besos.

ISI dijo...

Quizás a muchas personas les está decepcionando W. Allen, pero yo pienso que sigue siendo el mismo, pero evolucionado. Seguro que si hiciera las mismas pelis de siempre, tampoco gustarían.
Esta que comentas me gustó muchísimo, me hizo pensar y me puso un poco triste. Me vi reflejada, en algún sentido, en casi todos los personajes o parte de ellos y me quedé clavada en el asiento cuando Hoppins da a entender que acepta a un hijo que no es suyo: no hay cosa más terrible que la soledad. Al parecer.
En lo que estoy totalmente de acuerdo es que no sé que demonios pinta Antonio Banderas, para mi es un pésimo actor.

maikix dijo...

Chin-chin, Patsy!
Creo que ayer blogger tenía problemas, porque yo también intenté contestarte aquí y hacer otros comentarios en otros blogs y no pude.
A mí me gusta el cine argentino, y la próxima peli que vea creo que será Carancho, o quizá Elisa K, no sé en qué orden, pero las veré las dos. La que no pienso ir a ver es la de Julia Roberts.
Un besazo.

Isi, yo sigo siendo fan incondicional de Allen, a pesar de que algunas de sus películas me parecen fiascos, como esta última, o Scoop, por ejemplo. Para mí una de sus mejores películas es Match Point, que no tiene nada que ver con Desmontando a Harry, para mí otra de las mejores, y nada que ver con Annie Hall, mucho más antigua. No creo que sea por la evolución. No se puede ser siempre perfecto, y no a todo el mundo le gustan las mismas cosas (afortunadamente) ;))

Víctor González dijo...

Solo he visto El Americano. Para mi gusto, ni la interpretación de Clooney se salva: y eso que me cae bien. Con respecto a Woody, estoy totalmente de acuerdo contigo, Maikix. Últimamente no es el mismo. Yo ya solo le hablo a su estatua, cuando voy a Oviedo. Un abrazo,

maikix dijo...

Jajajaja, Víctor, tengo ganas de ir a Oviedo, por varias razones. Una de ellas es ver la estatua de Woody, otra, comprobar por mí misma la que dicen merecida escoba de oro o de plata, o no sé... ¡una muy limpia!
Un beso.

Víctor González dijo...

Maikix: nunca te he dicho que me encanta tu blog nuevo, con la letra tan grande, aunque ya lleves tiempo con esta nueva versión). Es que yo veo muy mal. Y eso se agradece. Con respecto a Oviedo es todo cierto. Yo, que soy muy fumador, cuando voy (una vez al año por lo menos) me las veo y me las deseo para deshacerme de las colillas por la calle.
Un abrazo,

maikix dijo...

Gracias, Víctor, soy miope y te entiendo perfectamente con lo de la letra.
Tengo grabada una imagen de mi viaje de novios, paseábamos por Viena y tiré una colilla al suelo, delante de una tienda. Salió la propietaria y me increpó, cosa que me avergonzó mucho. Estoy hablando de hace 22 años!

Por cierto, ¿cómo va lo de la presentación de tu libro?

Un abrazo.

Víctor González dijo...

Vuelvo aquí. A mi Anaya me trata como a una esposa traicionada, o sea que soy la última en enterarme. Mis amigos libreros (librería Versus, Vigo) me han dicho que el libro sale el próximo jueves. No sé más.
Un abrazo,

PD: Advertencia a blogueros. Muchos cuentos ya los conoceréis. Lo digo para que nadie que compre el libro se sienta engañado después. Hay más cuentos en el blog que en el libro... y muchos ya los habréis leido.

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