Conocerás al hombre de tus sueños (You will meet a tall dark stranger, Woody Allen. USA 2010).
Un gran fiasco y una gran decepción. Si os soy sincera, no me acuerdo de nada de la película, ni quiero acordarme, y es así desde los diez minutos posteriores a la salida del cine, en los que estuve maldiciendo y despotricando sobre ella. A partir de ahí, se borró automáticamente de mi mente. He tenido que recurrir a internet para leer sinopsis e ir recordando, pero ni siquiera me apetece explicar aquí de qué va.
Es una película del estilo de la del año pasado, Si la cosa funciona, pero ésta sí funcionó, seguramente porque estaba pensada desde 30 años antes, cuando el mejor Woody Allen. En cambio Encontrarás... no tiene dónde agarrarse, si no es a la interpretación de Anthony Hopkins y Naomi Watts. No se identifica a Allen ni por el forro. Antonio Banderas prescindible completamente. En el enlace que os he puesto creo que la ponen demasiado bien. En fin, un bodrio que recomiendo no ir a ver.
El americano (The American, Anton Corbijn. USA 2010).
Interpretada por George Clooney, que creo que es el único gancho de la película (bueno, y para quien le guste, los desnudos de Violante Placido). Se supone que es un thriller donde el protagonista es un asesino a sueldo y experto en armas, que pretende redimirse en un pueblo remoto en los Abruzzos italianos tras un último trabajo. La película está basada en la novela A very private gentleman, de Martin Booth y, sin haberla leído, me da que se deben parecer como un huevo y una castaña. Las palabras de una de las productoras (Ann Carey) en el folleto gratuito que leí en el cine, esperando a que comenzase la película: "Leí la novela hace más de diez años, y enseguida pensé que podría ser una película sexy y entretenida con un papel interesante y complejo", ya me chirriaron.
La interpretación de Clooney es francamente buena, y no va de guaperas ni de galán, como lo demuestran los (excesivos) primerísimos planos que confirman que el tiempo pasa para todos. La fotografía también es excelente, se nota que el director es fotógrafo, y el paisaje forma parte indisociable del argumento, colaborando en reflejar la soledad y aridez del protagonista. Sin embargo, el argumento es muy flojo, los personajes secundarios (o no tanto) forzados, demasiados cabos sueltos y un final metido con calzador. La historia de amor entre Clooney y Placido aparece como un champiñón de la nada, y el cura Pepito Grillo con sus propios secretos resulta un poco naïf. En definitiva, película visible, pero que no está a la altura de lo que promete, prescindible.
Madres e hijas (Mother and child, Rodrigo García. USA 2009).
No es la primera vez que Rodrigo García, hijo de Gabriel García Márquez y director de Cosas que diría con sólo mirarla, dirige una película con varias historias de mujeres, ya lo hizo con éxito en Nueve vidas. También se nota la mano del productor, González Iñárritu, experto en entrelazar tramas dentro de sus películas. Madres e hijas narra la vida de tres mujeres y la relación con sus respectivas hijas y madres, las que están, las que no están, por voluntad propia o ajena, las que tuvieron que dejar marchar, las deseadas que no llegan...
Maternidad no deseada, maternidad anhelada, adopción, aborto, son los conceptos que aborda la película, desde un punto de vista parcial, naturalmente el del director, que puede compartirse o no. En aproximadamente la primera mitad de la película, mientras se expone cada personaje y sus circunstancias, el argumento es convincente y la caracterización de los personajes brillante. A partir de ahí, la resolución de las distintas tramas y la forma de conectarlas, algo artificiosa. La transformación del carácter de las protagonistas no resulta muy creíble.
La película brilla mucho más por el cuadro de actores: Annette Bening está espléndida, Naomi Watts lo borda, Cherry Jones y Kerry Washington convencen. La presencia masculina en la película, discreta y silenciosa, interpretada por unos adorables Samuel L. Jackson y Jimmy Smits, fuertes y tiernos como dicen que nos gustan a las mujeres.
Dos hermanos (Daniel Furman. Argentina 2010).
De las cuatro, la que ha pasado más desapercibida y, sin embargo, la que más me ha llegado. Interpretada por Graciela Borges y Antonio Gasalla, dos conocidos y consagrados actores argentinos. Creo que a ella no la conocía, y a él sólo lo había visto como la inefable mamá Cora en la película argentina de 1985 Esperando la carroza. Del director había visto El abrazo partido y Derecho de familia, y me habían gustado.
El film está basado en la novela de Sergio Dubcovsky Villa Laura.
Susana y Marcos son dos hermanos solteros sesentones diametralmente opuestos, que se odian y se quieren a partes iguales. Susana tiene una personalidad avasalladora con delirios de grandeza, es mitómana, dominante, manipuladora y timadora, mientras que Marcos es sumiso, sensible y apocado, y ambos tendrán que enfrentarse a la muerte de su madre, con quien vive Marcos, y al resto de sus vidas.
La familia no se escoge y, a veces, es lo único que tienes. Tengo algún caso parecido en mi familia.
Lo mejor de la película, una vez más, es la soberbia interpretación de los protagonistas, aunque a veces el histrionismo del personaje de Graciela y el conformismo de Marcos resultan irritantes.
No es la primera vez que Rodrigo García, hijo de Gabriel García Márquez y director de Cosas que diría con sólo mirarla, dirige una película con varias historias de mujeres, ya lo hizo con éxito en Nueve vidas. También se nota la mano del productor, González Iñárritu, experto en entrelazar tramas dentro de sus películas. Madres e hijas narra la vida de tres mujeres y la relación con sus respectivas hijas y madres, las que están, las que no están, por voluntad propia o ajena, las que tuvieron que dejar marchar, las deseadas que no llegan...
Maternidad no deseada, maternidad anhelada, adopción, aborto, son los conceptos que aborda la película, desde un punto de vista parcial, naturalmente el del director, que puede compartirse o no. En aproximadamente la primera mitad de la película, mientras se expone cada personaje y sus circunstancias, el argumento es convincente y la caracterización de los personajes brillante. A partir de ahí, la resolución de las distintas tramas y la forma de conectarlas, algo artificiosa. La transformación del carácter de las protagonistas no resulta muy creíble.
La película brilla mucho más por el cuadro de actores: Annette Bening está espléndida, Naomi Watts lo borda, Cherry Jones y Kerry Washington convencen. La presencia masculina en la película, discreta y silenciosa, interpretada por unos adorables Samuel L. Jackson y Jimmy Smits, fuertes y tiernos como dicen que nos gustan a las mujeres.
Dos hermanos (Daniel Furman. Argentina 2010).
De las cuatro, la que ha pasado más desapercibida y, sin embargo, la que más me ha llegado. Interpretada por Graciela Borges y Antonio Gasalla, dos conocidos y consagrados actores argentinos. Creo que a ella no la conocía, y a él sólo lo había visto como la inefable mamá Cora en la película argentina de 1985 Esperando la carroza. Del director había visto El abrazo partido y Derecho de familia, y me habían gustado.
El film está basado en la novela de Sergio Dubcovsky Villa Laura.
Susana y Marcos son dos hermanos solteros sesentones diametralmente opuestos, que se odian y se quieren a partes iguales. Susana tiene una personalidad avasalladora con delirios de grandeza, es mitómana, dominante, manipuladora y timadora, mientras que Marcos es sumiso, sensible y apocado, y ambos tendrán que enfrentarse a la muerte de su madre, con quien vive Marcos, y al resto de sus vidas.
La familia no se escoge y, a veces, es lo único que tienes. Tengo algún caso parecido en mi familia.
Lo mejor de la película, una vez más, es la soberbia interpretación de los protagonistas, aunque a veces el histrionismo del personaje de Graciela y el conformismo de Marcos resultan irritantes.