lunes, 21 de junio de 2010

Yo me bajo en la próxima

Hoy ha empezado el verano. Concretamente, a las 13:28 h. ¡Cualquiera lo diría, con el frío que hace! A pesar del sol, que ya calienta, esta mañana he tenido que salir de casa con chaqueta, igual que ayer, y que anteayer, y que los días anteriores. Y sigo durmiendo con edredón. Vamos a pasar directamente del invierno al verano, sin poder disfrutar de la primavera, ¡con lo que me gusta! Un invierno que no nos ha dejado contemplar el renacer de las hojas de los árboles con la lluvia insistente. De repente, los árboles ya dan sombra, y las acacias y las buganvillas están a reventar de flores, y todo el proceso lo he tenido que imaginar entre cortinas de agua.

En el hospital, se pone el aire acondicionado a partir de un determinado día, haga la temperatura que haga. Si te mueres de frío, es igual. Como en el chiste: "En esta casa se folla a las 10, con Pepe o sin Pepe". Pues aquí, a partir de tal día, se pone el aire frío, con calor, o sin. Sin embargo hoy no. Hoy la temperatura estaba bien, y no tenía ni el aire ni el ruido que genera. Quizá se hayan dado cuenta de que no hace calor. O quizá es la crisis y están ahorrando.

O quizá se han apiadado de nosotros, que ya tenemos bastante. Desde hace un año el hospital está en obras. Están haciendo el nuevo servicio de urgencias, que casualmente está debajo del nuestro. Tenemos un ruido ambiental contínuo que nos está desquiciando a todos, es imposible trabajar. En cambio, pretenden que demos el máximo rendimiento. Para más inri, de las pocas cosas buenas que tengo en mi despacho, la luz, me la van a quitar en parte con las obras que están haciendo: me están plantando una edificación delante, no muy alta, pero con la que me doy de bruces.

En estos casos, me gustaría ser creyente, y pensar que dios está poniendo a prueba mi resistencia: me bajan el sueldo, me obligan a trabajar más con menos presupuesto, me hacen pasar frío, y me taladran los tímpanos con el martillo percutor y la hormigonera, pero yo sigo adelante, porque mi fe inquebrantable me da fuerzas.

¡PUES NO! Las fuerzas las saco de un sentido de la responsabilidad que no se merecen, y estoy hasta los mismísimos ovarios de que me expriman como a un limón y en unas condiciones infrahumanas.

Estoy estupenda de mi lesión cervical, pero me voy a dar de baja. Del mundo, si puede ser.

7 comentarios:

Candela dijo...

Mala época ésta, necesitadas de vacaciones y con todos los extras que nos ha traído la crisis. Yo prefiero no pensar mucho, sigo yendo a mi trabajo como una autómata, hago lo que tengo que hacer, espero el timbrazo de salida y me marcho, lentamente, a mi coche, que está a pleno sol, por aquello de que ya no tenemos árboles. Aquí hace calor suficiente como para no poder tocar el volante.

calamarin dijo...

Para que relajes tu mente nada como el cine, te recomiendo "La última estación", sobre los últimos años de vida de Tolstói, muy interesante.

maikix dijo...

Sí, Candela, necesito vacaciones, pero unas vacaciones laaaaaargas, largas. Estoy bastante quemada en el trabajo. Si ya antes las condiciones no eran muy buenas, ahora son penosas. Y con unas perspectivas bastante malas... En fin, un besote, guapa, y cuida de Pepa!

Gracias por la recomendación, Calamarin. Creo que una de las razones por las que estoy de mala luna es que últimamente voy poco al cine. Tomo nota.
Un abrazo. (Por cierto, he visto tu foto con Lupe. Los mismos ojillos, pero uno de los dos, con la mirada más pícara...;))

PATSY SCOTT dijo...

jajaja, me ha gustado ese taburete/banqueta. Es verdad que este año nos hemos quedado sin la primavera.
¡Ay que no sé qué decirte con respecto al trabajo - que sigas bailando, vayas al cine y leas algo divertido!!
No parece que las cosas vayan a mejorar a corto plazo. Yo he decidido que seguimos hacia adelante con lo que hay (muy, muy poco, poquísimo trabajo)y pensando en qué salida creativa darle a todo esto.
¡Ánimo ratoncito de laboratorio!!

maikix dijo...

Patsy, de las tres cosas que me aconsejas que haga, lo único, bailar. No tengo tiempo ni fuerzas para nada más: trabajo y bailo, bailo y trabajo.
Sé que tu situación laboral aún es peor :(( no debería quejarme.
Un besote.

Víctor González dijo...

Ja, ja. Genial todo, Maica. Me he partido -crak-. Yo estuve ayer y anteayer en Santiago y hacía un calor de muerte. Sudé como un gorrino en San Martiño. ¡Qué bonitas son las buganvillas! Tengo una amiga que fotografía de forma sistemática buganvillas y glicinias (tiene cientos y cientos de fotos maravillosas de ambas). Y no conocía el chiste de Pepe. Sigo sin conocerlo, claro, pero es obvio que es muy bueno. Felicitaciones por el post; no tiene desperdicio. ¡Ah, y no te sientes en esa banqueta!
Un abrazo,

maikix dijo...

Gracias, Víctor, siempre tan amable. Hoy ha sido el primer día que ha hecho verdadero calor aquí.
A mí también me encantan las buganvillas, y eso que al parecer son bastante dañinas.
No te preocupes, no me sentaré, pero tengo la sensación de estar con el culo al aire... :-(

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