sábado, 20 de marzo de 2010

Medicina metafórica

Hace tiempo que quería hacer esta entrada, y animada porque os veo con ganas de ciencia, me he atrevido a hacer una pequeña recopilación que espero que os resulte interesante y divertida. Además, se la quiero dedicar especialmente a Víctor, a quien leer ciencia le parece casi como leer poesía, cosa que no deja de sorprenderme.
Se trata de expresiones que la medicina toma de la vida cotidiana para designar y describir partes de la anatomía, enfermedades, síntomas, signos y un montón de cosas más.

En patología los símiles con la comida son muy frecuentes, empezando porque casi todas las lesiones se describen comparando su tamaño con un guisante, una nuez, una lenteja, un huevo...
Hablamos de vesícula en fresa cuando ésta sufre de colesterolosis, y os aseguro que su mucosa se parece un montón a la superficie de una fresa, sólo que en color verde. El hígado en nuez moscada es un hígado congestivo, casi siempre secundario a insuficiencia cardíaca, que al tener ingurgitados sus capilares dibuja una retícula tal cual la del fruto aludido. La tuberculosis diseminada ofrece una imagen de siembra de granos de mijo, o la supuración de un ganglio afectado de actinomicosis se parece a los granos de azufre, y así se denominan.

En el microscopio podemos observar núcleos en grano de café, típicos de una clase de tumor ovárico; otros son en sal y pimienta, y nos orientan hacia un tumor neuroendocrino; las células espumosas que fagocitan son abundantes en los quistes, y algunos de éstos son de chocolate por su semejanza cuando han sangrado. Las células en anillo de sello nos alertan sobre un posible cáncer gástrico, mientras que radiológicamente, una imagen en un enema opaco en servilletero o en corazón de manzana hacen sospechar un cáncer de colon.

Sin microscopio por medio, algunas manchas de la piel nos recuerdan bebidas, como las manchas de café con leche, o las de vino de Oporto, y ya nos dan pistas sobre su posible origen. Otras, como el eritema facial del lupus, a las alas de mariposa.
No faltan las expresiones poéticas que quitan hierro a los temidos males, como la imagen de una radiografía de tórax en suelta de globos, cuando hay múltiples metástasis en los pulmones. Si vemos un cielo estrellado en un ganglio linfático al microscopio, nos puede indicar un tipo determinado de linfoma.

En traumatología muchas lesiones causan signos que se denominan con nombres metafóricos: el hombro en charretera se da en la luxación de hombro; la tecla del piano en la fractura de clavícula; el hachazo en la rotura del tendón de Aquiles; el pico de loro es una excrecencia ósea de la artrosis vertebral...

Y para no extenderme demasiado, acabaré con algunas localizaciones anatómicas con preciosos nombres. Conocido de todos es el monte de Venus o el bocado de Adán (la nuez del cuello, fundamentalmente en hombres), pero seguro que no sabíais que la tabaquera anatómica es el hueco que queda entre el pulgar y la muñeca al extender aquél. Su nombre se debe a que los caballeros se colocaban ahí el rapé para esnifarlo. La silla turca es un trono óseo del hueso esfenoides donde asienta la hipófisis. La visión del cuello del útero que el ginecólogo tiene a través del colposcopio se denomina hocico de tenca (la tenca es un pez).

Pero mi preferida, desde que empecé a estudiar medicina, quizá porque la aprendí en francés y suena más glamuroso, es el coin d'amour o rincón de amor. Es el espacio que queda por encima y detrás de las clavículas, delante de los trapecios y a ambos lados del cuello. Mi profesor de anatomía explicaba que en ese hueco, el amante vertía champán y lo bebía del cuello de su amada...

12 comentarios:

Candela dijo...

Lo he leído un poco de corrida, no sea que mañana tenga síntomas de algo de eso jajajajaja (recuerda lo de mi hipocondria). Pero de todo eso yo tengo una cosa: los picos de loro. Me lo dijo una vez el médico y cuando otro día se lo conté a otro, le dije que tenía picos de pato en las cervicales. El hombre se echó a reír y me sacó de mi error :)

Víctor González dijo...

Gracias por la dedicatoria, Maikix. Curioso, sí señor. Solo conocía el Monte de Venus, el bocado de Adán y la tabaquera. Esta última se empleaba también para poner en ella unas gotas de limón y sorberlas después de un chupito de tequila; supongo que porque contiene la dosis de limón apropiada. Me ha encantado la entrada. Sobre todo el "hombro en charretera". ¡Qué marcial suena!
Un abrazo,

Anónimo dijo...

Yo conocía varios... qué curioso denominar de forma bella a algo que nos da miedo, por indicar patología. Es hermoso e irónico a la vez. Cómo somos los humanos ...
Muchas gracias por enseñarnos estas cositas.

Besos Lenteja
( y yo con este nombre¡¡¡)

Anónimo dijo...

Hola Maica,
Supongo que con estos nombres y vosotros vestidos con batas, gorros y delantales sois los "cocineros o chefs" de la anatomía, cuando lo estaba leyendo se me antojaba estar en la cocina, esa ha sido mi primera visión, por eso lo de cocineros. Creo recordar que algún médico ha escrito algún libro con la descripción de síntomas y partes del cuerpo muy divertidos. Ha sido muy interesante la leción de hoy, por cierto tiene algún nombre de fruta o de comida tu lesión?.
!A y lo de lesionada no iba por tí, si no por mí. Lo de despistada sólo se debe a tener la cabeza en muchas cosas, como todas las mujeres trabajadoras.
Un beso
Pili

maikix dijo...

Candela, hay un instrumento quirúrgico que se llama pico de pato. A veces en algunas intervenciones se han dejado cosas dentro... ¡quién sabe! (aunque sería imposible haberse dejado eso en tu cuello).

De nada, Víctor. Al verle el lado poético a la ciencia, me hiciste buscarlo de verdad. Y me he dejado mucho en el tintero, quizá otro día continúe.

Jajajajaja... lenteja... ya me explicarás el porqué del nick.
Los médicos, y los patólogos por supuesto, tenemos la necesidad (y obligación) de contarnos lo que hacemos y lo que vemos en nuestro trabajo, y para entendernos bien y saber que hablamos de lo mismo, tenemos que comparar con la vida real, que es lo común a todos. Al fin y al cabo somos humanos... ^_~

Pili, yo nunca he tenido sensación de cocinera, aunque es verdad tal como lo cuentas: bata, delantal y gorro a veces, cuchillos, tijeras...
La hernia discal no tiene ningún nombre poético, es así de fea. Pero la imagen que produce en la resonancia la impronta que hace la hernia sobre la médula se denomina "en sacabocados".
Ya sabía que lo de lesionada iba por ti, pero ahora yo estoy lesionada y despistada (cada vez menos, que ya he dejado la medicación XD).

Besos a todos.

PATSY SCOTT dijo...

Maica, es el tercer intento de dejar un comentario - se esfuman??? Me ha encantado - a mí,cuando me besa(ba)n en el coin d'amour, me salían manchas de oporto por toda la cara y me tiraba como una posesa a darle un bocado a Adán. :))

maikix dijo...

Jajajajajajajaja...!!!
Bueno, a la tercera va la vencida. (Las otras dos no las he visto).
Yo probé una vez lo del champán, aunque no daba mucho juego... se derramaba. Pero las cosquillas que te da... jajaja... nada más de pensarlo, se me eriza el vello!

José Angel dijo...

Muy interesante tu entrada. Desde luego que me quedo con el coin d'amour: me ha parecido una descripción encantadora. Otras me han producido inquietud al pensar en las lesiones o enfermedades que indican.
Saludos.

PATSY SCOTT dijo...

¿Has visto la metáfora por excelencia en el post de hoy de CAndela? jaja

maikix dijo...

José Ángel, me alegra coincidir contigo. Claro que los nombres que describen partes anatómicas son más agradables que los que describen patologías, pero de éstos, también hay algunos muy bonitos. A mí el "cielo estrellado" me seduce.
Un abrazo.

Jajaja, Patsy, acabo de verlo. Por ahí hay un montón de eufemismos para denominar "lo innombrable". Jamás había oído "el humilde" ^_^
Un beso.

Keish dijo...

A mi, mas que adorables me parecen un poco crueles esos eufemismos en el caso de las enfermedades, como poner una cortina de terciopelo antes del espejo y la sorpresa no es agradable, como un apodo cruel. Huiré del proximo hombre que me prometa un "cielo estrellado" aunque me quedo con el "coin d'amour", correré a comprar esa champaña... me vino a la mente un eufemismo que no recuerdo que es... pero se llama "Codo de Tenista", ¿sabes qué es?

maikix dijo...

A mí me parecen poéticos, Keish, y parece que quitan gravedad al asunto. Otros son muy gráficos y enseguida uno se hace a la idea de cómo es.
El "codo de tenista" se llama técnicamente "epicondilitis", porque es una inflamación del epicóndilo, que es un saliente óseo del codo. Se inflama con frecuencia en los tenistas por el movimiento repetitivo y brusco del brazo cuando juegan, y de ahí el nombre.
De nada ;)

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