
Éste se trataba de un llamamiento desesperado que hacía una madre para encontrar a su hijo Agustí Martín, alumno del colegio alemán de Esplugues de Llobregat, desaparecido "el mes anterior". Me pareció que ya lo había recibido antes y, naturalmente sin reenviarlo, lo borré. A veces me quedo con una basurita en el corazón al borrar estos correos, porque cuando circuló el mail de Madeleine McCain tampoco me pareció verídico, y ése sí lo era.
No volví a pensar en ello hasta que por la radio oí que mucha gente que también lo había recibido, había llamado al colegio alemán para ofrecer su ayuda. El director del colegio ofreció una entrevista para decir que en el colegio alemán no tenían ningún alumno llamado así, ni en la actualidad ni anteriormente.
Estirando del hilo, se supo que ese correo nació en Chile hace unos años, pasó a Argentina, y luego se generalizó. Aquí alguien tuvo que catalanizar y matricular al niño en el reconocido colegio privado, para hacerlo más cercano. Imagino que también se habrá recibido en el resto de España... ¿personalizado en cada ciudad o comunidad?
El mensaje adjuntaba la foto de un chaval rubio de unos 12 años, naturalmente para hacer más creíble la historia.
Los engaños, timos, fraudes y demás estafas siempre se valen de la buena fe de la gente. La finalidad de estos correos es captar direcciones de correo electrónico, así que como la mayoría no oculta los contactos a quienes reenvía, su distribución masiva es una manera fácil de obtenerlas.
En este caso, con poner a una madre desesperada (¿quién no empatiza con el dolor por un hijo desaparecido?) y la foto de un niño, y maquillarlo con algo de realidad creíble, ya está servido. Los cándidos mortales a quienes les han tocado la fibra, hacen lo que les piden.
Me indigna, porque además me identifico con los crédulos. No muerdo estos anzuelos, pero a la vista está que otros sí.
He oído que empiezan a circular correos de este tipo utilizando la tragedia de Haití.
¡Hay que ser desalmado...!