No los dejo fácilmente, les doy varias oportunidades antes de abandonarlos, secuela de cuando en el instituto nos obligaban a leer determinadas obras.
Me hicieron leer Solitud de Víctor Català (Caterina Albert), un buen tocho que me resultó soporífero hasta la mitad, a partir de la cual empezó a apasionarme.
Me hicieron leer Solitud de Víctor Català (Caterina Albert), un buen tocho que me resultó soporífero hasta la mitad, a partir de la cual empezó a apasionarme.
Entonces, cuando tengo en mis manos uno que empieza a atragantárseme, pienso: lee un poquito más... quizás en el siguiente capítulo...
Así, cuento con una corta lista de libros inacabados, y en cambio la lista de los que no me han seducido, o no me han provocado ni frío ni calor, es bastante más larga.Me duelen especialmente los libros que no puedo acabar y que en cambio han contado con el entusiasmo de otros lectores, no de cualquiera, sino de gente que me parece de buen criterio. Un ejemplo es La conjura de los necios, de John K Toole. No pude con él.
A veces los dejo reposar y los retomo al cabo de un tiempo, a ver si soy yo, a ver si no estaba en el mejor momento para leerlo, a ver si las circunstancias no acompañaban...
Excusas.
El libro que ahora ha pasado a ocupar espacio en la estantería con sus últimas páginas sin usar ha tenido tan buenas críticas como su autor (no he leído ninguna negativa), por lo que se me ha hecho especialmente difícil abandonarlo y ha aumentado mi frustración.
Fue Novela del año para la revista Time, y elegida mejor libro de ficción por el Círculo Nacional de Críticos Literarios de Estados Unidos.Estoy hablando de 2666, la novela póstuma de Roberto Bolaño.
Bolaño murió en Barcelona con 50 años, víctima de una insuficiencia hepática. Nacido en Chile en 1953, se trasladó con su familia a México a los 15 años, donde empezó a escribir. Tras recorrer varios países europeos y africanos, se estableció definitivamente en Barcelona en 1977. Empezó a ser reconocido en los 90, y en 1999 le concedieron el premio Herralde y el Rómulo Gallegos (considerado el Nobel de latinoamérica) por su novela Los detectives salvajes.
2666 se publicó al año siguiente de morir Bolaño, en 2004, y le concedieron, además de los nombrados, el premio Salambó, que otorgan los propios escritores a la mejor novela escrita en castellano, por abrumadora mayoría, y el premio a la novela con mejor acogida por la prensa especializada, concedido por la Fundación José Manuel Lara Hernández.
2666 son en realidad 5 libros, o al menos su autor así lo tenía pensado, pero sus herederos, por razones que se me escapan, decidieron publicarlo como un único tomo de más de mil páginas, dividido en 5 partes.
He conseguido leer 3 partes y media.
Al menos las que he leído, se pueden leer independientes. Prácticamente no tienen nada que ver la una con la otra. Como si fueran libros distintos. Pero como libros distintos, tampoco me habrían gustado.
Dicen que la última es el colofón, la cuadratura del círculo, la que relaciona y explica las demás, pero no he sido capaz de llegar a ella. Me niego. No quiero perder ni un minuto más de mi vida en algo que me aburre soberanamente.Y lo siento, de verdad. Está muy bien escrito, pero no me dice nada.
Dicho todo esto, no quiere decir que no vaya a volver a leer a Bolaño. Al contrario, me ha frustrado tanto, que leeré otro libro suyo intentando reconciliarme con él.
Tanta gente no puede estar equivocada.
10 comentarios:
Yo pienso que ante todo hay que dejarse llevar por la intuición de cada uno, ya te dije que yo si soy de los que si algo no me engancha o me aburre, lo dejo y paso a otra cosa y no me importa que el titulo en cuestión tenga todo el reconocimiento del mundo... Siempre tuve una cierta atracción por 2666, pero eso de que 5 libros estén editados todos en uno de más de 1000 pg, me hizo desconfiar mucho y decidí darle tiempo... Por lo que voy observando hay bastante gente que piensa como tu, que es un ladrillo, con lo cual le seguiré dando tiempo...
No suelo dejarme llevar ni por los best sellers ni por lo que recomienda cualquiera, antes al contrario, porque me he llevado muchos chascos. Pero a veces, cuando paso por un momento en que no sé qué leer, me dejo aconsejar por los expertos, y ya ves, ¡qué éxito!
Pero me cuesta tirar la toalla.
Me alegra que conozcas a gente que piensa lo mismo que yo, porque empezaba a pensar que era más rarita de lo que creía...
Yo soy mas "onda Clamarín" que dirían en México, los libros que se me caen de las manos no vuelvo a recogerlos.
Creo en el flechazo.
No he leido a Bolaño y tu post me lo ha recordado. Creo que empezaré por una obra mas corta. Gracias.
Soy una gran lectora desde muy pequeña, pero también estoy en la onda Calamarín y m.olano: Si un libro se me resiste, le doy de 50 a 100 páginas de oportunidades. A partir de ahí -si el libro insiste en no darme algo bueno- lo abandono. Siempre pienso que hay millones de libros buenos capaces de mantener mi interés y mi curiosidad.
Aún así, algunos de esos para mí intragables los he acabado. Si te dijese (me vas a reñir y todo), que leí Cien años de soledad con 13 años y me pareció un pestiño (más que nada porque me hacía un lío con los mismos nombres en distintas generaciones. Me estresaba tanto que no podía seguir el argumento). Con 30 y tantos le di otra oportunidad. Lo volví a leer entero y la historia siguió sin seducirme.
A mì si no me gusta un libro,me aburre o me sorprendo màs de dos veces pensando en mis cosas,mientras leo,lo dejo,sin piedad.Me ha ocurrido con muchos,y me da igual si el autor es amado por la crìtica y por el pùblico,o si lo han leido todos mis amigos,si me aburre o pierde mi interés ,lo dejo.Y a otra cosa...
Dejé de leer Ensayo sobre la Ceguera y duermo la mar de bien y no tengo ningùn peso de conciencia por ello,jeje
¡No sabéis lo que os agradezco los comentarios!
Me reconozco "lenta de reflejos", o demasiado tolerante, no sé. Está claro que, como dice calamarin, debo dejarme llevar más por mi instinto.
Olano, yo también retomaré a Bolaño con algo más corto.
Candela, no te riño porque tampoco a mi me pareció tan maravilloso como contaban.
Chico, tienes razón. Yo también me sorprendo a veces mientras leo algún peñazo de estos, pensando en lo que tengo que hacer, o en las musarañas, jajajjaja... quiere decir que hay que dejarlo!
Hace un tiempo en una de mis visitas a la biblioteca me llamo la atención el último libro del Bolaño, el que tu comentas. Como había leido críticas fantásticas de él me lo llevé para casa. Creo que no tarde ni un día en devolverlo, que sopor. Aún asi, me llegué a comprar los detectives salvajes. Me gustó tan poco, por no decir nada ,que anda en algún rincón de casa y no lo encuentro.No me agobio, ya puede ser el mejor libro de la temporada pero si no me emociona, no me seduce ni mantiene mi interés lo dejo y a por otro.
Pues si "Los detectives salvajes" tampoco vale la pena, paso de Bolaño.
¡Hala, a otra cosa, mariposa!
Ana, yo he llegado a leer de "2666" casi 600 páginas...! Lo tenía como una obligación, me ponía disciplinadamente el libro delante, y se me quitaban las ganas de leer.
Prometo no hacerlo nunca más.
Jajja Maica, me gusta porque demuestra que haces las cosas a fondo y concienzudamente.
Yo a estas alturas leo por intuición, siguiendo mis corazonadas. El placer de "descubrir" un escritor o un libro del que nadie habla y que resulta una maravilla es cada vez más difícil por el marketing de las editoriales. Pero en librerías de segunda mano, sigue siendo posible.
Aunque sea una lectora voraz, estoy llena de prejuicios y he llegado a volver a dejar un libro en la estantería de la librería porque la cara del autor/a me da que no me va a gustar su obra!!
Hay tanto por leer y tan poco tiempo para hacerlo. Si un libro no me atrapa de entrada, rara vez me empeño en terminarlo.
Con los nuevos autores, tengo una especie de sexto sentido (que seguramente me lleva a equivocarme en más de una ocasión) que me mantiene alejada de algunos autores.
Tanto en el cine como en la literatura o el arte, si algo no te transmite nada, no te lo transmite, aunque TODOS digan que es buenísimo.
Besos.
Jajajajja, tienes razón, Patsy. Supongo que hay que ser así en mi profesión, y para desempeñarla me va muy bien, pero en la vida, fatal!
Porque también me ha pasado con los novios: con mi ex estuve 10 años antes de casarnos, en los cuales lo dejé 2 veces, y le volví a dar otras tantas oportunidades, hasta que me casé y me di cuenta del (grave) error que había cometido.
Y podría seguir... pero no lo voy a hacer, que me pongo de mal humor.
Un beso.
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