viernes, 7 de octubre de 2011

+Cine

Tengo comprobado que no hay ningún parámetro que me asegure que me va a gustar una película. Ni la fama del director, ni la presencia de actores consagrados, ni escritos a favor o en contra realizados por críticos de cine, ni siquiera recomendaciones de amigos.
Decido ir a ver una película por la razón que sea, y maldigo o alabo mi suerte por haberla elegido según cómo salgo del cine. Es decir, me responsabilizo totalmente de lo que veo y actúo en consecuencia, sin perjudicar a nadie.
Después, eso sí, leo diversas críticas para profundizar en detalles que se me han podido pasar por alto y ver otros puntos de vista.
Ha coincidido que en algunas de las últimas que he visto, los espectadores están divididos radicalmente en los defensores entusiastas a los que les ha encantado la película, y los desengañados, irreconciliables o abiertamente hostiles a la misma. Los primeros suelen "argumentar" que los segundos no la han entendido, y muchas veces éstos no tienen argumentos ante lo que sencillamente no les ha conmovido.

Ni soy crítica de cine, ni entiendo, ni lo pretendo. Por lo tanto tampoco hago un análisis exhaustivo, ni desde el punto de vista cinematográfico, ni conceptual, estético o moral. Simplemente soy aficionada a ver películas y como espectadora tengo mis gustos que, naturalmente, se entrelazan con mi personalidad, biografía, conocimientos y estado de ánimo.

Dicho esto, voy a comentar brevemente las últimas películas que he visto en los últimos dos meses, como siempre dando MI opinión y en la medida de lo posible MIS argumentos de porqué me han gustado o no.
El orden es cronológico según las he visto:

Un cuento chino (Sebastián Borensztein, Argentina 2011).
La (omni)presencia de Ricardo Darín no fue suficiente para que la película no me aburriese soberanamente. No le encontré la gracia que algunos aseguran que tiene. Como no suelo irme del cine a media película (siempre esperando la redención...), tuve que buscarme otro entretenimiento para pasar el rato, así que no me acuerdo demasiado de ella.

El hombre de al lado (Mariano Gohn y Gastón Duprat, Argentina 2009) (Fotograma de la entrada).
Me encantó, especialmente al salir y meditarla un poco. Un publicista snob respetado, capaz de las más retorcidas artimañas para conseguir sus fines, incluso de cometer atrocidades, enfrentado por una antiestética e indiscreta ventana a un matón vulgar y grosero que resulta tener mejor fondo. Original y de buena factura, como el cine argentino que tanto me gusta.

La piel que habito (Pedro Almodóvar, España 2011).
No me gustó nada, no me removió ni un pelo ni se me contrajo una sola fibra cardíaca. A mi parecer, película pretenciosa y sin embargo hueca. Ni siquiera el personaje más esperpéntico que sale en la cinta me parece "almodovariano". Una decepción, porque me gusta Almodóvar. Tiene algún momento divertido, como el de los dos jóvenes enumerándose los fármacos que toman, ambos sin saber que el otro lo hace por motivos distintos a los suyos.

La deuda (The debt. John Madden, EEUU 2011).
A pesar de alguna incongruencia al final de la película, y de un maquillaje para avejentar espantoso, me gustó bastante. Entretenida y digna.

El árbol de la vida (The tree of life. Terrence Malick, EEUU 2011).
Me pareció una tomadura de pelo. Tres cuartos de hora con un desfile de imágenes a lo National Geographic creo que es un relleno excesivo para una película que se cuenta en menos de una hora. La trascendencia, belleza, espiritualidad y mensaje que se argumentan en su defensa a mí me parece insufrible. Me parece muy bien que el director quiera expulsar sus demonios particulares con una película, pero que no nos la vendan como obra de arte.
Y me ofende que me insinúen que no me gusta porque no la entiendo.

Unos multicines de un centro comercial cambiaban la entrada por otra a los espectadores a quienes no gustaba y salían en la primera media hora, explicándoles, eso sí, que la película es compleja y que se tenía que ver con cierta filosofía (!!!).

No habrá paz para los malvados (Enrique Urbizu, España 2011).
Para mí, cine negro español que no tiene nada que envidiar al mejor del género. Una película magistral, bien rodada, con un Coronado en estado de gracia que se confunde con el personaje. Actual, bien hilada, sin concesiones. ¡Ah! Y a mí me parece que la actriz que hace de jueza Chacón, Helena Miquel, también está estupenda y creíble. Salí entusiasmada del cine.

6 comentarios:

Víctor González dijo...

¿Cómo? ¿No eres crítica de cine, Maikix? ¡Qué sorpresa!
La verdad es que de las que dices solo he visto la de Almodóvar que no me gustó demasiado pero me pareció una apuesta arriesgada por su parte, con más o menos mala fortuna. Y tras el fiasco de la anterior, hasta me parece... interesante. El árbol de la vida la he desechado después de otros comentarios de amigos/as muy de fiar como el tuyo. Y la de Coronado (un tipo que no me gusta nada) estoy deseando verla. Todo el mundo la pone muy bien. Ya te diré.
Un abrazo y gracias.

ISA dijo...

Desgraciadamente voy poco al cine y cuando voy me decanto por el cine independiente norteamericano (Sundance).
En español, ni lo intento. Antes de Almodóvar, como no, pero ahora me parece insufrible, como también otro de mis dioses, Woody Allen.

Si que me gustan algunas películas argentinas pero ¡coño, es que el sonido es infernal y no entiendo la mitad, para eso casi prefiero los doblajes (que detesto) o los subtitulos (que adoro).

maikix dijo...

Es retórica lo de que no soy crítica de cine, Víctor ;P
Gracias por considerarme de fiar, pero, como he intentado decir en la entrada, cada uno somos de un padre y una madre, y los gustos muy particulares, dependen de tantas cosas, que es casi imposible predecir si algo te va a gustar o no.
Sin embargo, yo creo que la del Coronado te gustará, jajajaja (¡seguro! Me lo tienes que confirmar)

Isa, lo de no entender a los argentinos se pasa en los primeros minutos de la película (al menos a mí).
Yo intento ir al cine una vez por semana (a poder ser, los lunes, que es el día del espectador en los que suelo ir). Es, por el precio, el único espectáculo que me puedo permitir. Snif!

Víctor González dijo...

Fui a ver la del Coronado, Maikix. Con mi ex. A ella le gustó más. A mi, si a mitad de la película alguien me hubiera contado el final, me hubiera ido del cine ya. No aguantaba más allí. Me pareció tediosa e insufrible si bien todo parecía estar perfecto: los actores ¡chapeau!; Coronado -no es muy de mi gusto- perfecto; los escenarios, la ambientación, las voces ¡fantásticas!; la jueza efectivamente genial... Pero estuve todo el rato revolviéndome en la silla como dice Carlos Boyero a veces... "pensando en mis cosas, a ver si esto se acaba de una vez". Creo que tiene muchas cosas que están genial pero no me pareció redonda. Tchk. Mala suerte.
Un abrazo,

maikix dijo...

Pues vaya, ¡cuánto lo siento, Víctor! Eso no hace más que reafirmar que inciden demasiadas variables a la hora de que nos guste una película o no.
Un abrazo.

Víctor González dijo...

He venido varias veces por aquí pero siempre me encuentro lo mismo. Como yo también estoy agobiado y no tengo tiempo de atender mis blogs lo atribuí al mismo estado de las cosas... pero empiezo a preocuparme. ¿Todo va bien, Maikix? Espero que sí... dentro de lo que cabe, claro.
Un abrazo y feliz navidad,

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