sábado, 8 de enero de 2011

¡Que enfieste la pieza!

Primera entrada del año, con el que iniciamos también una nueva década.
Será que estoy contagiada con el virus de la crisis, pero me cuesta motivarme. Hace dos años, el sólo hecho de que los días son ya más largos al comienzo del año me alegraba, me hacía atisbar en el horizonte la primavera, a pesar de estar en pleno invierno.
Quienes me conocen saben que soy un alma inquieta. Aparento ser tranquila y serena, pero en mi interior necesito estímulo neuronal contínuo. Y estoy en encefalograma plano.
El motivo no lo sé, seguro que son muchos que se dan en conjunción o que se han ido acumulando, pero me preocupa.
No sólo no me motiva, ni siquiera me anima el vídeo que os dejo a continuación. La teoría me la sé.




Como digo, la teoría me la sé. Ya sé que todo esto es de manual de autoayuda, pero como veréis, necesito ideas.
De las 60 proposiciones que se hacen, he hecho dos listas, la primera, lo que no hace falta que me recuerden:

Ya me muestro.
Sigo mi instinto (y así me luce el pelo).
No me hago la víctima.
Hago lo que sé hacer.
Siento curiosidad por todo lo que me rodea.
No me aíslo, me reúno con los que quiero.
Bailo, me mimo y me enfrento a mis miedos.
Visito museos... de vez en cuando.
Tomo decisiones todos los días.
Hago el ejercicio que puedo y me gusta (bailo y camino).
No estoy enchufada a la tele y escucho música cuando puedo.
Me mantengo en contacto con la naturaleza... siempre que es posible.
¡Claro que puedo! A mí me lo vas a decir, nadie mejor que yo conoce mis posibilidades.
Creo que estoy equilibrada, duermo de p.m. y leo, aunque ahora pocos libros.
Cuido mis orquídeas.
Llego donde me propongo. No me planteo cosas irreales ni me comparo con nadie.
Procuro vivir cada momento y creo que me trato bien.
No sólo acepto que la vida tiene momentos buenos y malos, sino que saco jugo de todos ellos.
Creo en mí. Creo que soy amable... con quien quiero serlo.
Soy especial para mis hijos, y no se lo contradigo.
Soy honesta, conmigo y con los demás.
Dedico tiempo a divertirme.
La gente que me apoya y me enseña son mis amigos, y de vez en cuando les invito a un café... o una cerveza.
Sé perfectamente que el dinero no compra la felicidad, pero quita muchos males de cabeza que impiden ser feliz.
Ya doy la ropa que no necesito.
Sé quién soy y el valor que tengo, ni más ni menos que cualquiera, no me gusta la gente que se cree por encima del resto.
Aunque no lo quiera, formo parte de varios grupos, etiquetas, rebaños o tribus.
El amor en mi vida me lo proporcionan mis hijos, mi familia y mis amigos, y creo que los cuido.
Amo a la madre tierra más que algunos que se llaman ecologistas.
Soy perfeccionista, lo que hago intento que sea lo mejor posible.
No he perdido la esperanza, sé que a veces el mañana nos trae sorpresas.
Me encanta aprender.
Aprecio lo que tengo.
Cualquier ser humano es tan grande como puedo serlo yo, y creo en las personas... hasta que me demuestran lo contrario.
Estoy con mis amigos y mi familia.
Soy honesta conmigo misma, esto ya ha salido antes, pero si hay que serlo el doble, lo soy.

La segunda lista probablemente es la más interesante porque es lo que no hago o no me sé, representa un 20% del total:

Ama tu trabajo. Está difícil. Amo mi profesión, pero no puedo estar contenta en un lugar donde no comulgo con los objetivos y las prioridades. Y no hablo de la Sanidad en tiempos de crisis, que es otro cantar.
¿Qué es lo que hay que mirar desde una nueva perspectiva? ¿Cuál es la perspectiva correcta?
Para marcarse objetivos primero hay que tener ilusiones, deseos, sueños. Me los estoy pensando.
Acabar lo que uno ha empezado... De las cosas que más satisfacción da, lo sé por experiencia, pero cuesta tanto...
No sé por qué he dejado en esta lista la ayuda a los demás. Creo que hago lo que está en mi mano. Siempre se puede hacer más, pero se puede contar conmigo.
Sé que debería estar menos pendiente de las noticias, creo que me alegraría el humor y disminuiría mi pesimismo.
No pienso cada noche en las cosas buenas que me han sucedido, entre otras cosas porque no me da tiempo antes de dormirme.
Para dejar entrar las nuevas ideas hay que tenerlas. De momento, estoy seca.
Reconozco que a veces soy un poco obsesiva con los malos pensamientos... o con los pensamientos, en general.
Lo de centrarse en crear lo que uno desea... se trata de pasar a la acción cuando uno tiene un objetivo. Como he dicho, de momento no los tengo, por triste que sea.
No entiendo qué quiere decir encontrar un espacio común. ¿Común a quién? ¿O a qué?
No hago listas de agradecimientos. ¿Se debe hacer?

Naturalmente, esto ha sido un juego.
El lunes vuelve la normalidad a nuestras vidas, con permiso de las rebajas, así que...
¡Que enfieste la pieza!

13 comentarios:

ISA dijo...

La perfecta insatisfecha. Cómo me suena...
Creo que la cosa es genética, por o tanto no tiene remedio y que lo que habría que hacer es mirar alrededor, conformarse con lo que hay y/o tratar de cambiar lo que no nos gusta siempre en la medida de nuestras posibilidades.
Quiero decir que no está en nuestras manos que nos toque el gordo, enamorarse de la persona adecuada y que, encima, nos corresponda, ser más guapas, más listas, más altas, tener un trabajo que nos llene TODA la vida, etc., etc., etc.
Ya se que con esto no te ayudo en nada, pero es lo que hay. Como tu eres médico, sabrás lo que quiero decir con "genético".

Bss

maikix dijo...

Esperaba y temía tu diagnóstico, Isa :)))
Tú siempre tan certera.
¿Aprender a resignarse? ¿Conformarse con lo que uno es/tiene? ¿Aceptar lo que hay? ¿Resignarse al gris?

Besos

P.D. Si voy a Madrid en febrero, lo discutiremos largo y tendido!

ISA dijo...

Te esperamos en febrero y ya sabes el refrán: consejos vendo que para mi no tengo, jejejeje.
Es que lo que planteas lo hecho y lo sigo haciendo. Es una lucha titánica en contra de uno mismo pero qué quieres que te diga, es que no hay más cera que lo que arde, mal me pese.
Yo me refugio en la lectura, es como un escape: vivir la vida de otros para no fijarme mucho en la mia.
De todas formas, Maica, no tenemos mucho derecho a quejarnos y no creo que lo que nos rodea sea gris si te fijas bien.

maikix dijo...

Mi gran pena es que últimamente, ni leer. Y el cine, poco.
Creo que soy privilegiada en verdad, pero eso no me libra del desasosiego del inconformismo '_<

fiorella dijo...

Me gustó el post. No creo que sea resignarse, es cuestión de aceptación de las circunstancias, todo es perfectible y cambiante. El lugar común,al menos para mí, es encontrar ese espacio o lugar de coincidencia con el otro, el punto de acuerdo. Eso, en mi caso, me ayudo a dejar de ser intolerante, solo veía el árbol y no el bosque. Un beso

maikix dijo...

Me alegro de que te guste, Fiorella.
El (MI) problema en realidad es que de autoinculcarme tanto tiempo eso de conformarse, aceptar, etc, he pasado de ser una persona apasionada, vehemente y defensora a ultranza de mis principios y valores, a convertirme en "pescado hervido", a relativizar todo...
No sé si se me entiende, pero sería muy largo de explicar. Quizá en otro post.

fiorella dijo...

Te entiendo perfectamente, no creas que no me pasa lo mismo muchas veces.Un beso

Víctor González dijo...

¡Muy bonito post, Maikix! Poca gente se atrevería a escribirlo con tanta honradez. Yo, al menos, no.
Un abrazo,

PD: Creo que blogger ya me permite ser yo mismo.

PPD: Pues no.

maikix dijo...

Sí, Víctor, ya eres tú. En el último momento blogger te ha devuelto tu personalidad :D

Gracias por tus palabras, sinceridad y honradez no son las patas que le faltan a mi mesa, que más que mesa es un ciempiés!

Besos.

PATSY SCOTT dijo...

Según esto, el secreto de la cuestión estaría en el 20% de las cosas que NO haces - quitando las chorradas (ej.:listas de agradecimiento) no te queda mucho - Ya lo cantaban los Rolling: I can get no...satisfaction, and I try, and I try..

maikix dijo...

Jajajaja, Patsy, ¡qué bien hallado lo de los Rolling!
Ahí está la cosa, que me queda poco margen de cosas que pueda hacer para calmar el dragón interior que de vez en cuando se despierta.

Besos.

Anónimo dijo...

Hola Maica, hace tiempo que no te leía, pero ésta entrada me ha dado la patada para hablar sobre algo que no creo que yo que tenga muchas "entendederas", pero creo que la edad juega un papel muy importante (y no quiero insinuar que nos hacemos viejos) pero cambian según pasa el tiempo y nos relajamos un poco a excepción de aquellos más atrevidos o "inconscientes" que deciden cambiar o lo que sea que quieran hacer con los propósitos. En fin sin ir más allá del comentario quiero decirte que escuché a Elsa Punset (hija de Edardo Punset)que si quieres encontrar un poco de bienestar si que va bién hacer una pequeña lista con los agradecimientos cotidianos, yo no lo he probado (no tengo mucho tiempo) pero el que lo hace parece que si le funciona.
Hale pués, agradezco esta oportunidad de explayarme y te mando un beso muy grande
Tu hermana Pili.

maikix dijo...

Gracias por tu comentario, Pili. Yo quiero creer que aunque te hagas mayor, hay que mantener ilusiones y deseos, sea para empezar al inicio del año natural, del año académico, del verano, de la semana o cuando te rote. El problema es cuando no los tienes, y eso puede pasar también de joven, creo yo.
Intentaré ser más agradecida, si es que funciona.
Un beso muy fuerte.

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