
No tenía ni idea de que la mayoría de los mamíferos macho tienen un hueso en el pene (baculum, os penis) que les permite la erección. Y se llama báculo. Como el bastón de los obispos.
¡Qué casualidad! No hagas que pose en ti mi báculo, adquiere ahora para mí un significado que no me atrevo a verbalizar.
Al margen de las interpretaciones erótico-festivas de los prelados con su báculo, entono un mea culpa que viene que ni pintado, por mi supina ignorancia.
Recuerdo de jovencita, en el instituto, hacer bromas con los amigos sobre un supuesto hueso peneano, al que bautizamos "tibio", y había quien creía que existía realmente.
Por similitud y cercanía, asumí que los mamíferos no humanos tampoco tenían hueso peneano, y nunca nadie me sacó de mi error.
Pues lo tienen primates, carnívoros, murciélagos, roedores e insectívoros.
La curiosidad me ha animado a profundizar sobre el tema, y me he enterado de otra cosa todavía más sorprendente: ¡las hembras también tienen un pequeño hueso en el clítoris!
Para empezar, ni siquiera sabía que las animalas tenían clítoris. (¿Sentirán placer en la cópula? ¿Habrá más vaginales o clitoridianas?)
Yo que pensaba que las mujeres éramos únicas, al tener un órgano (o parte de él) dedicado exclusivamente al placer...
Si pensamos que el clítoris tiene una estructura muy parecida a la del pene, pero más pequeño e interno, no resulta tan extraño que si el pene de los machos tiene hueso, el clítoris de las hembras tenga uno también, más pequeño (baubellum, os clitoridis).
Lo que ya no es tan lógico es que la hiena moteada hembra tenga un os clitoridis tan largo que supera al pene del macho. Mide de 15 a 20 cm y es capaz de ponerse erecto. Las manadas son un matriarcado, ellas lideran la caza, son más grandes y fuertes, y se pavonean con su clítoris.
Al parecer, durante la vida fetal sufren un exceso de testosterona debido a un déficit de aromatasa, enzima que degrada la testosterona, y sufren (o no) las consecuencias el resto de su vida. Las hembras de esta especie de hienas no tienen vagina, y su órgano genitourinario es el clítoris, por donde orinan, copulan y paren. Naturalmente, el hieno no copula si la hiena no lo permite, y cuando lo hace, es bastante complicado. Para ello la hembra debe contraer potentes músculos para replegar el clítoris y que se abra un orificio. El parto es muy doloroso, mueren hasta un 20% de ellas durante el primero, y un 60% de las primeras crías.
Pues no sé de que se ríen.