lunes, 31 de mayo de 2010

Películas

Las tres últimas películas que he visto.
No puedo quejarme: no he tenido que salirme del cine en ninguna, no he querido estrangular al director de ninguna, me han entretenido las tres y no me he llevado ninguna decepción. También es verdad que no me he arriesgado mucho.

La primera es El pequeño Nicolás (Le petit Nicolas; Laurent Tirard, Francia 2009), basada en las aventuras de este personaje creado en los años 50 por Goscinny e ilustrado por Sempé, y que seguro muchos de vosotros habréis leído de pequeños. Narra las aventuras de una pandilla de críos de 8 ó 9 años, cada uno con su ya marcada personalidad, desde su mirada inocente y traviesa.
Es difícil que una película me arranque una carcajada, y ésta lo ha conseguido. Tiene momentos hilarantes, como la revisión médica (que por cierto me recordaba a las que hacían en el colegio cuando yo era una niña). Los decorados están muy cuidados y acertados, dando ambientación a la película sin robar protagonismo, y el reparto me parece muy certero. Algunos de los adultos son conocidos, como el padre de Nicolás (Kad Merad -Bienvenidos al Norte-), aunque yo no conocía a la que hace de madre (Valérie Lemercier) y está genial. La mayoría de los niños no habían actuado nunca y están fantásticos.
La hora y media que dura la película se pasa sin sentir y apena que se acabe. Para ver con niños (a partir de 7-8 años) o sin. Quizá es que estoy yendo hacia atrás.

Soul Kitchen (Fatih Akin, Alemania 2009) es la última película del director de Contra la pared y Al otro lado, pero nada que ver con éstas. Ésta es una comedia donde se mezclan unos cuantos personajes variopintos alrededor del restaurante del protagonista, Zinos (Adam Bousdoukos, quien es también coguionista de la película). A Zinos le pasará de todo: le deja su novia, le sale una hernia discal, se le acomoda el hermano que acaba de salir de la cárcel, se le quema el restaurante, tiene una inspección de sanidad... Pero a todo sabrá darle la vuelta, hasta dar un nuevo enfoque al restaurante.
Entretenida y optimista, música buena, personajes algo planos pero divertidos... para pasar un buen rato.

Y para acabar, Two lovers (James Gray, USA 2008), un drama romántico ambientado en Brooklyn, que para mí ejemplifica que siempre nos enamoramos de la persona equivocada. El protagonista, Leonard (Joaquin Phoenix), se está recuperando de un fracaso sentimental en casa de sus padres, quienes le presentan a la hija del futuro socio del negocio familiar, una preciosidad casadera (Vinessa Shaw) que se enamora perdidamente de él. Pero casi simultáneamente Leonard conoce a Michelle (Gwyneth Paltrow), una nueva vecina que lo adopta como amigo y confidente. Leonard se enamora hasta las trancas de Michelle, pero ella bebe los vientos por su jefe y amante, quien está casado y no tiene intenciones de divorciarse. El final, que podría considerarse como feliz, es amargo.
Excelentes interpretaciones de todos los protagonistas, empezando por Joaquin Phoenix y acabando por Isabella Rosellini, que hace de madre de Joaquin, pasando por la Paltrow, a quien en un principio parecería que le pega más el personaje de niña buena que hace Vinessa Shaw, pero que resulta convincente en el de mujer angelical pero problemática y poco recomendable.

martes, 25 de mayo de 2010

Vía Verde

Aún no se me ha quitado el dolor de costado que me dejó hacer 36 km en bicicleta el sábado 15 de mayo. Yo creo que me fisuré una costilla, o algo así.
Hacía mil años que no me subía en una bici, desde la adolescencia, más o menos. Y lo que dicen es cierto: no se olvida.

Nos fuimos con la colla a pasar el fin de semana a Horta de Sant Joan, pueblito precioso del suroeste de Tarragona desgraciadamente conocido por el incendio que se cobró la vida de 5 bomberos. Pero también es conocido porque allí pasó un par de temporadas Picasso.
Hicimos un tramo de una de las Vías Verdes que hay en España, desde Horta hasta Xerta. Lo hicimos en dos etapas, unos 20 km por la mañana, paramos a comer en Fontcaldes, y después continuamos hasta Xerta, donde nos vinieron a recoger, a las bicis y a nosotros, para devolvernos a Horta.

Las vías verdes son antiguos trazados de ferrocarril en desuso que se reutilizan como rutas para andar en bici o a pie. Hay en toda España unos 1800 km de estas líneas ferroviarias repartidos en 70 itinerarios por todo el país. El programa Vías Verdes está impulsado por el Ministerio de Medio Ambiente y coordinado por la Fundación de Ferrocarriles Españoles.
Son caminos fáciles de hacer, porque son bastante planos, en un entorno precioso y saludable. Los hay desde unos pocos kilómetros, hasta más de cien, que se pueden hacer enteros o por tramos.

Existe un pasaporte en el que colaboran 19 Vías Verdes, que te van sellando a medida que realizas tramos de las mismas, de modo parecido, y salvando las distancias, al Camino de Santiago.

Era la primera vez que yo hacía algo así, y la experiencia ha sido buena. Nos lo pasamos muy bien, a pesar de las lesiones. Y es que había un gran inconveniente: los túneles.
Esta ruta, llamada de la Terra Alta, atraviesa Els Ports de Beseit, una zona muy montañosa, con numerosos túneles. Unos túneles que tienen de largo desde unas decenas de metros, hasta más de 700. Teóricamente tienen luz, en su mayoría alimentada por paneles solares, pero que roban cada dos por tres, de manera que ya se han cansado de reponerlos, y no hay luz.
Entrar en un túnel de cientos de metros, a oscuras, os puedo asegurar que no es una experiencia muy agradable. Las caídas, los golpes, los choques, a pesar de recorrerlos a pie, fueron contínuos.

Debo decir que alquilamos las bicis en Horta. Bicicletas que estaban de sobra amortizadas, no tenían marchas, y no todas tenían luz, y las que la tenían, era insuficiente. Hacia el final del recorrido algunos túneles tenían electricidad, y ya era otra cosa.

Llevábamos dos niños y algún adulto como si fuera un niño. Uno de los niños se cayó al agua al atravesar un río, el adulto-niño se perdió dos veces por no seguir al grupo, una se lesionó la muñeca, alguien chocó conmigo y me rasguñó toda la pierna, otra se dio un golpe en la cabeza... Nada grave, afortunadamente.

Al final del día, con el culo dolorido, nos echamos unas risas contando las anécdotas que nos habían pasado.

domingo, 23 de mayo de 2010

La casa del futuro

Un divertido vídeo de la casa del futuro de la teleoperadora argentina ARNET, que he encontrado en el blog sorprendible:


domingo, 16 de mayo de 2010

La Diagonal, atravesada

Jordi Hereu estaba esta tarde en la tribuna con Laporta y Montilla viendo cómo el Barça ganaba la liga. Disfrutando, me imagino, porque supongo que si no fuese culé no estaría allí, aunque no entiendo de protocolos.

Un paréntesis agradable en la pesadilla en la que se ha metido. Él solito. Su fracaso en la consulta ciudadana sobre la Diagonal estaba cantado: Un 12% de participación, y de éste, un 80% en contra de sus propuestas, es el resultado de una consulta que parecía sacada de una película de los hermanos Marx, sólo que en malo.
El lunes el propio alcalde simula ante las cámaras su votación, cuando no había sido efectiva por problemas informáticos. El martes Alberto Fernández Díaz, del PP, no pudo votar porque constaba que ya lo había hecho por internet, al parecer alguien lo había suplantado. El jueves Xavier Trias, de CIU, perdió toda la mañana y no hizo efectivo su voto hasta el octavo intento. Esto la gente conocida, pero ciudadanos anónimos pasaron por los mismos o parecidos obstáculos. Debo decir que yo voté el martes sin ningún problema.

Tras este nefasto resultado para Hereu (que sin embargo para mí es indicativo de que al alclade se le ha ido la olla, pero al menos a la mayoría de los barceloneses no), va el interfecto y cesa al teniente de alcalde, segundo de a bordo del ayuntamiento y su mano derecha, Carles Martí. Porque es el responsable. ¿Y cómo es que nosotros ni sabíamos que existía, ni aparece en toda la campaña que ha montado, sino que quien aparecía en todos los programas, entrevistas, propaganda, etc, etc, era el propio Hereu? ¿Por qué no dimite él?

Según sus primeras palabras tras saberse los resultados, se ha dado cuenta de la distancia que separa a los dirigentes de los ciudadanos.
¡¡¡Nos ha jodido, el premio Nobel, que ha descubierto la sopa de ajo!!!
A ver si alguien pone un poco de seny y dejan de fastidiar al personal con ínfulas de niño pijo con poder.
Lo único que hemos sacado de todo esto es una cabeza de turco y 3 millones de euros gastados en el capricho de un alcalde.

jueves, 13 de mayo de 2010

Anuncios

Durante un tiempo me gustaban los anuncios de televisión. Casi disfrutaba más con ellos que con los programas. Me parecían artísticos, ingeniosos, incluso inteligentes. No prestaba demasiada atención a lo que anunciaban, como siempre, pero me enganchaban.
No recuerdo cuándo fue eso, sólo que hace ya algunos años. Sin embargo ahora, la mayoría me parecen un insulto a la inteligencia. No cuento ya los de campañas navideñas de juguetes y perfumes, casi todos sexistas, mentirosos o estúpidos.

Algunos productos dicen cuidar la salud, y se sacan de la manga beneficios utilizando jerga científica sin pruebas, como los de Actimel. Los hay de limpieza que mienten como bellacos asegurando que quitan manchas o suciedad incrustada. Aquí para mí se coronan Cillit Bank o los oxiactions. ¿Qué decir de los milagrosos anticelulíticos, antiarrugas, antiedad o similares? ¡Sacan a chicas (de vez en cuando algún chico) jóvenes, sin arrugas ni celulitis para anunciar el producto!
Odio especialmente el de las compresas para el pipí en el que sale una chica jovencísima de ojos verdísimos que baila maravillosamente y que pretende que se la recuerde por todo eso, no por el olor del pipí que se le escapa!!! ¿¿¿Por qué???¿¿¿Has ido al urólogo??? ¿No puedes operarte?
En la misma línea está el que anuncia una crema para los picores de ahí... abajo (lo digo así porque en el anuncio se muestra así). Sí, como si lo normal fuese que a las mujeres, sean niñas o mayores, les pique el chichi... en el sentido que lo dice el anuncio. ¡Y se quedan tan anchos! La madre aconseja a la hija: ponte esta crema, y se te pasará. ¡Viva la automedicación! Si te pica, bonita... ¡hay que ir al ginecólogo!, ¡¡¡que puedes tener hongos, o parásitos, u otra cosa!!!
El anuncio de Mutua Madrileña me ha hecho odiar la canción Eye of the tiger. ¡¡¡Qué plastas con el soy-soy-soy!!!
Me enfurece y ofende el anuncio de Iberdrola: Si te das de alta, te saldrá pukinuki... (No pasa nada). Te saldrá gratis... (El cliente se pone contento). ¿Qué tendrá la palabra gratis, que tanto nos gusta?

En la radio pasa igual o peor, y últimamente se están superando. La palma se la lleva la casa Ford y su promoción de venta sin IVA: el anuncio representa un avión en pleno vuelo que se ha quedado sin piloto, y la azafata pregunta al pasaje por alguien que sepa pilotar... y sale una patata (sí, una patata, no me he equivocado al escribir). ¿Una patata? dice la azafata. Sí, pero es que soy una patata sin IVA. Y la azafata se enamora de ella. Para morirse.
Otro, que anuncia una clínica especializada en problemas sexuales: Una pareja escucha en su casa un ruido típico... ¡De somier de muelles! ¿Quién tiene hoy en día somier de muelles? Él pregunta qué es ese ruido, y ella le contesta que los Puig. ¿Pero él no tenía eyaculación precoz y disfunción eréctil? (¡¡¡!!!)... En primer lugar, es difícil tener las dos cosas a la vez; en segundo, me maravilla la cultura y el vocabulario que tiene, y en tercero, que los vecinos se hayan contado los problemas, entre ellos, por un lado, y entre ellas, las soluciones. El anuncio sigue, pero aquí ya se me han caído las bragas al suelo.

Conste que hay algunos muy buenos. A mí me gustan especialmente los de Citröen con transformers.

Como siento nostalgia de los buenos, os cuelgo aquí uno de los que me parecen mejores.



domingo, 9 de mayo de 2010

Motivo de honda satisfacción

Ayer operaron al rey de un nódulo en el pulmón. Supongo que por motivos de seguridad se mantuvo en secreto hasta que estuvo en quirófano, pero luego la noticia salió en todos los medios de comunicación, y hoy han seguido con ella. Los periódicos de ayer recogían las palabras que el jefe del equipo médico dirigió en la rueda de prensa al terminar la intervención: Los cirujanos aseguran que no hay células malignas en el nódulo extirpado a Juan Carlos.
Cuando lo leí me sentí un poco indignada.

No voy a poner en duda que se trate de un tumor benigno, aunque en el momento en que se afirmó no podía asegurarse ni en un 100, ni en un 99% como se dijo.
Quiero reivindicar la figura del patólogo, que es quien determina la naturaleza de un tumor, no el cirujano. Está bien que sea el cirujano quien dé la cara, haga la rueda de prensa, quien se enfrenta al enfermo, a la familia, y al resto del mundo, pero el cirujano no tiene ni idea de si hay células malignas o no. El cirujano es un médico que opera. Que quita de enmedio lo que molesta. Que tiene que saber de técnica quirúrgica, de anatomía, tiene que ser manitas. Pero el médico que diagnostica un tumor tras examinarlo concienzudamente, es el patólogo.

Perdonad que saque un poco de pecho, pero es que ya está bien que la sociedad sepa que existen médicos que parecen invisibles a pesar de ser el soporte en el que se sustenta el diagnóstico de lo que padece el paciente, que nunca aparecen en los papeles, y muchas veces sin su labor la del resto de médicos no tiene sentido.
No es que yo, como patóloga, quiera tener ningún protagonismo, que ya he dicho alguna vez aquí que una de las cosas que más me gusta de mi especialidad es precisamente eso, estar detrás de la cámara. Pero al César, lo que es del César.

El trabajo del patólogo consiste en el estudio macroscópico y microscópico de los tejidos enfermos. De los órganos o parte de ellos extirpados selecciona muestras que deben ser impregnadas por diferentes líquidos, tras lo cual siguen un proceso artesanal de corte y tinción para elaborar las laminillas que podrán ser examinadas al microscopio. Toda esta preparación tarda un mínimo de 24 horas. El patólogo entonces estudia detenidamente las alteraciones morfológicas de los tejidos y basándose en sus conocimientos y experiencia, emite un diagnóstico. No pocas veces precisa de técnicas complementarias para un diagnóstico más preciso.

En ocasiones se requiere un diagnóstico anatomopatológico de urgencia, por ejemplo en medio de una intervención quirúrgica, pues la técnica o amplitud de la misma depende de aquél. En esta situación se realiza una biopsia peroperatoria o intraoperatoria. Esto es, el cirujano manda una muestra de la lesión al laboratorio de anatomía patológica para que el patólogo la examine y emita un diagnóstico lo más exacto posible mientras el paciente está anestesiado en la mesa de operaciones. Esto se hace en 15 ó 20 minutos, acortando muchos de los procesos normales. ¿Por qué no se hace siempre así de rápido? Pues porque un diagnóstico dado así es aproximado, y no siempre se puede dar.
Así que el cirujano, al terminar la intervención, como mucho tiene un diagnóstico peroperatorio, que no puede ser seguro al 99% como se afirmó.
Eso por un lado.

Por otro, en la información que da hoy El País queda reflejado que se hizo la biopsia peroperatoria, pero que luego el tejido tiene que someterse a un análisis microbiológico mucho más fiable.

Lo que faltaba, mezclar churras con merinas. Claro, los patólogos miramos bichitos al microscopio. Sin desmerecer el trabajo de los microbiólogos, pero nada que ver, oiga.

sábado, 1 de mayo de 2010

Tomates

No os cuento nada nuevo si digo que los tomates no saben a nada, seguro que lo sufrís a diario como yo.

Desde que tenemos todo el año gracias a los invernaderos industriales, ni en invierno ni en verano podemos comer un tomate que sepa a tomate. Eso sí, son perfectos, de bodegón, parecen de plástico.

Para comer tomates de ensalada con sabor, había que recurrir a los Raf, que venden a precio de pepitas de oro. Son caros porque los de verdad se tienen que cultivar en condiciones especiales, en terreno arenoso y con aguas salinas (y paradójicamente salen con sabor muy dulce), y son propensos a coger plagas, por lo que la oferta es escasa.
Al poco empezaron a falsificarlos. Venden como tomates Raf unos parecidos de vista, pero sin sabor, y al mismo precio. Pasé a comer tomates cherry, o tomates kumato, que todavía saben a algo.

Tampoco descubro nada nuevo al afirmar lo mucho que nos gusta el pan con tomate a la mayoría de catalanes y a muchos no catalanes. Mejor todavía si el pan es tostado.
Un buen pan con tomate se hace frotando el tomate sobre el pan. No es lo mismo untarlo con tomate rallado, porque los sabores no se mezclan, en ese caso es comer pan y tomate.

Los tomates maduros que se venden hoy en día no sirven para restregar el pan, son duros y no tienen jugo. Excepto los tomates de colgar, también llamados de ramellet o tomacons (no confundir con los tomates de rama). Estos tomates se recolectan en verano, se enristran y se dejan colgados en un lugar fresco y seco, de manera que se mantienen durante los meses de invierno, secándose, pero sin pudrirse. Son los tomates ideales para el pan con tomate. No tienen una vista preciosa, pero son jugosos, rojos y sabrosos. También son más caros, pero vale la pena pagarlos, porque el resultado es inmejorable y se aprovechan del primero al último.

Pues bien, lo han vuelto a hacer. Los tomates que venden como tomacons, que ni siquiera se molestan en enristrar, no son tales. Son los mismos tomates industriales de plástico, pero blandos. Y se pudren a la primera de cambio. Y no saben a nada.

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