(viñeta publicada por Máximo en el País en 2005)
Este fin de semana se va a producir uno de los acontecimientos más esperados del año.
Y no me refiero al partido de fútbol entre los eternos rivales deportivos, no... ¡que me voy a Madrid!
Voy a un curso de actualización en patología quirúrgica (ya llevo tres este año, dos en la capital). Siempre hago viajes relámpago, voy justo a tiempo para empezar el curso, y en cuanto se acaba me vuelvo para Barcelona. Pero esta vez aprovecho que será lunes y martes, y me voy antes para así poder disfrutar de la ciudad y sus habitantes, con quienes tan bien me llevo.
Allí vamos a encontrarnos algunos blogueros, a la mayoría de los cuales sólo conozco por el blog, y me hace mucha ilusión.
Esta vez no me pilla el puente aéreo. Compré los billetes del Ave con suficiente antelación, y así me ha salido más barato que el avión. Que si fuese más cómodo, no me importaría que fuese más caro, pero lo del avión es una auténtica paliza. También me hace ilusión, porque será la primera vez que viajaré en Ave.
Un pequeño inconveniente es que no acabo de estar bien del todo de mi cervicobraquialgia, pero estoy segura que el viaje me resultará beneficioso. ¿Por qué? Pues porque la tensión nerviosa agrava el cuadro y lo perpetúa, y aunque ahora estoy atacada, una vez suba al tren sé que me voy a relajar, porque lo que se quede por hacer, lo que debía haber hecho, lo que pase o deje de pasar, yo ya no podré hacer nada, estaré lejos... y eso relaja un montón.
(Por cierto que si alguien se apunta, todavía está a tiempo de mandarme un mail)
Este fin de semana se va a producir uno de los acontecimientos más esperados del año.
Y no me refiero al partido de fútbol entre los eternos rivales deportivos, no... ¡que me voy a Madrid!
Voy a un curso de actualización en patología quirúrgica (ya llevo tres este año, dos en la capital). Siempre hago viajes relámpago, voy justo a tiempo para empezar el curso, y en cuanto se acaba me vuelvo para Barcelona. Pero esta vez aprovecho que será lunes y martes, y me voy antes para así poder disfrutar de la ciudad y sus habitantes, con quienes tan bien me llevo.
Allí vamos a encontrarnos algunos blogueros, a la mayoría de los cuales sólo conozco por el blog, y me hace mucha ilusión.
Esta vez no me pilla el puente aéreo. Compré los billetes del Ave con suficiente antelación, y así me ha salido más barato que el avión. Que si fuese más cómodo, no me importaría que fuese más caro, pero lo del avión es una auténtica paliza. También me hace ilusión, porque será la primera vez que viajaré en Ave.
Un pequeño inconveniente es que no acabo de estar bien del todo de mi cervicobraquialgia, pero estoy segura que el viaje me resultará beneficioso. ¿Por qué? Pues porque la tensión nerviosa agrava el cuadro y lo perpetúa, y aunque ahora estoy atacada, una vez suba al tren sé que me voy a relajar, porque lo que se quede por hacer, lo que debía haber hecho, lo que pase o deje de pasar, yo ya no podré hacer nada, estaré lejos... y eso relaja un montón.
(Por cierto que si alguien se apunta, todavía está a tiempo de mandarme un mail)