viernes, 30 de enero de 2009

Euríbor

Esperaba, frotándome las manos, la revisión anual de la hipoteca, que me tocaba a finales de este mes.

Leo, esperanzada, en una página oficial:
En el caso que el euríbor cerrara con el valor medio actual de 2,657% y para una hipoteca media de 120 mil euros a 20 años que le toque revisión anual en enero, la hipoteca se verá afectada en una bajada de la cuota mensual en unos -116,82 euros.

Y en El País digital:
Una hipoteca media de 150 mil euros a un plazo de 25 años experimentará un descenso de alrededor de 140 euros al mes.
Yo calculaba para la mía unos 150 euros menos.

¡PUES NO!
No sólo no me ha bajado la cuota, sino que ¡ME HA SUBIDO 60 EUROS!
Me digo: ¿Cómo puede ser, dónde está la trampa? Porque siempre hay trampa:

Hay que leer la letra pequeña, y la letra pequeña dice que me revisan la cuota según la publicación del euríbor de hace DOS MESES, que es como estaba el mes anterior. Es decir, me revisan la hipoteca, a finales de enero, ¡según los valores del euríbor de OCTUBRE!

Y el valor medio del euríbor en octubre fue de 5,248%.
Pero al parecer tampoco esa es la tasa sobre la que calculan la hipoteca, porque hacen una media anual, y como durante todo el año 2008 no ha hecho más que subir y subir, alcanzando los máximos de todos los tiempos, y además está lo del diferencial, y luego lo del T.A.E...
Et voilà
: De la chistera de prestidigitador sale un 6,435%.

No es de extrañar los resultados presentados por los bancos, y es que la crisis no respeta nada ni a nadie: El Banco de Santander ha perdido un 2% respecto al 2007. Los pobrecitos, ¡solamente han ganado 8.876 millones...!
Los bancos nunca pierden, por mucha crisis que haya, y encima, ante la posibilidad de que pierdan algo, van corriendo los gobiernos y les prestan dinero. ¿Por qué no lo prestan directamente al ICO, y éste a los ciudadanos y a las pymes, que son los que se supone que se tienen que beneficiar?

Están saneando sus cuentas con dinero público: MI dinero, entre otros.

martes, 27 de enero de 2009

Don't touch me


Aunque me gustan las flores, no suelo comprarlas. Me refiero a flor cortada: me da lástima que se estropeen, y creo que en su lugar natural, la planta, están mejor.
Todas las flores en general me gustan, pero siento debilidad por las que florecen en invierno, quizá porque siendo la flor un ser vivo efímero y delicado, al aparecer en circunstancias adversas demuestra una gran fortaleza.

Me crié en un medio duro, básicamente de cemento, y del reino vegetal conocía poco más que los plátanos, los pinos y los cipreses. Hace unos veinte años, descubrí las mimosas, a las que no había visto nunca hasta entonces, y me cautivaron desde el primer momento.
Cada año esperaba su floración, que suele iniciarse en enero, en candeletas: una explosión de amarillo y verde en pleno invierno que, mientras la mayoría de árboles exhiben su esqueleto, aparecía con una belleza insultante.

Cuando hace 12 años me mudé a vivir a Sant Just Desvern, lejos del centro urbano, estaba fascinada ante el espectáculo que se me ofrecía cada año. Casualmente, fui a vivir a la calle de las Mimosas.
La calle, que era medio peatonal y corta, de unos cien metros, estaba recorrida por una hilera de árboles pequeños que en primavera-verano daban flores rosadas o lilas, que parecían plumas. Por su delicado aspecto, a mí me parecían arbolitos chinos o japoneses, y no entendía porqué la calle se llamaba de las Mimosas.

Después he sabido que los dos árboles son mimosas. La mimosa es una acacia, género de árboles y arbustos de los que existen centenares de especies.
La que yo reconocía como mimosa, es una acacia dealbata, según unas fuentes de origen australiano, y según otras, de Eurasia. La otra es una acacia de Constantinopla (Albizia julibrissin) o árbol de la seda, y su origen es asiático.

Buscando información sobre las mimosas, he descubierto una especie, la mimosa pudica, que tiene la peculiaridad de que al tocarla, sus hojas se pliegan y los tallos caen, de manera que la planta parece marchita. Es un mecanismo de defensa ante depredadores que desaparece y la mimosa se recupera al poco tiempo. Por esta peculiaridad se llama púdica, porque parece tímida, y en inglés don't touch me. Me parece encantador y asombroso.

Volviendo al principio, una de las cosas que perdí cuando volví a mudarme, esta vez a Barcelona ciudad, hace 8 años, fue el contacto con la naturaleza y la visión de las mimosas.
El otro día ví mimosas en una floristería por la que paso todos los días y en la que siempre me quedo mirando el escaparate como si de rebajas se tratase, y no me pude resistir. Y eso que las mimosas cortadas no duran nada. No aguantaron ni 24 h, pero aún algo marchitas, conservaban su encanto.

sábado, 24 de enero de 2009

Día negro

Tenía intención de escribir sobre otra cosa, pero los acontecimientos me obligan a cambiar.

Catalunya comparte con Inglaterra su interés por la meteorología, y entre los catalanes, como entre los ingleses, es un tema de conversación frecuente.
El tiempo tiene un espacio destacado con muchos minutos en los informativos, y en ninguna otra televisión como en la catalana, se da una información tan exhaustiva.
Probablemente la razón es la variada y cambiante climatología ocasionada por la peculiar orografía de nuestro país.

Así, estamos avezados en las altas y bajas presiones, los cúmulonimbos, la gota fría, la temperatura de sensación o el significado de las isóbaras muy juntas.

Y de la misma manera, la facultad de físicas produce cantidad de meteorólogos, que son bien valorados, respetados y requeridos en muchos medios.

Por todo ello, estábamos al corriente del temporal de fuertes vientos que se esperaba para este fin de semana.
Las consecuencias materiales del temporal, sobre el mobiliario urbano, los árboles arrancados de raíz y cayendo sobre coches, obstruyendo carreteras, tejados volando... eran previsibles.
Pero las pérdidas humanas siempre nos pillan desprevenidos. Sobretodo, cuando se trata de niños.

No he podido evitar que se me cayeran las lágrimas cuando he escuchado la tragedia que se ha producido en Sant Boi.
Las rachas de viento, que han superado de forma mantenida los 100 km/h (en algunos lugares se ha llegado a los 200 km/h), han arrancado un tejado de unas instalaciones en un campo de béisbol donde entrenaban unos niños, que ha ocasionado el desplome de los muros que lo sostenían, y han caído sobre los niños que se refugiaban del viento. Cuatro niños han fallecido, y otro más se encuentra grave.

No digo que me sean indiferentes las muertes de adultos (ha habido 6 víctimas más a causa del temporal, tres en Catalunya, 2 en Galicia y una en Burgos), pero soy incapaz de expresar el dolor que me produce el sufrimiento de los niños. ¡Ni siquiera he podido ver películas como La vida es bella!

No puedo ponerme en el lugar de las madres, siéndolo yo. No concibo mayor dolor, desesperación e impotencia que la pérdida de un hijo.

jueves, 22 de enero de 2009

Mobbing rural

Oigo en un programa de la tele que los pixapins (meapinos, como llaman en el medio rural a los urbanitas, especialmente a los de Barcelona) que tienen segunda residencia en el campo, se quejan de cosas habituales e inherentes a él: el olor de las granjas de cerdos, las campanadas de la iglesia los domingos por la mañana, el sonido de los cencerros cuando pasan los rebaños, el canto del gallo de madrugada...

¡Veo a un pastor forrando los badajos de los cencerros con cinta aislante, para amortiguar el ruido!

Me quedo perpleja: no puede ser.

A ver, que descerebrados hay en todas partes, pero se supone que quien se compra una residencia para pasar los fines de semana o las vacaciones, en el campo, la montaña o el mar, es porque le gusta.
Quiere gozar de sus beneficios: paisaje, tranquilidad, naturaleza, belleza, autenticidad... y se supone que acepta y asume los inconvenientes que lleva asociados. Si te compras una casa al lado de una granja de cerdos, ya sabes que no siempre olerá a rosas, como quien se la compra cerca de un aeropuerto, sufrirá los ruidos de los aviones, ¿no?.
Si no quieres polvo, no vayas a la era.

Hace algo más de un año, agricultores y ganaderos de algunas comarcas gironinas, como l'Empordà o el Ripollès, ya denunciaron que sufrían presiones por parte de ayuntamientos y otras entidades para abandonar su actividad económica.
Por ejemplo, eran acusados de que no cumplían la normativa en cuanto a la distancia mínima que debía haber entre sus explotaciones y la zona habitada, cuando en realidad era el pueblo el que crecía y se acercaba a las granjas, no al revés!

Todo esto no es más que una tapadera. El trasfondo del asunto, como siempre, es económico: Se trata de presionar a los ganaderos para que abandonen su actividad económica, que los payeses vendan las tierras... para construir segundas residencias, o campos de golf!

No se puede pretender (ni permitir) que el campo sea una ampliación de la zona metropolitana, con sus ventajas y sin sus inconvenientes.

Desde el respeto debe poder conciliarse campo (o montaña, o mar), con ciudad. Es bueno para todos, que los habitantes de la ciudad puedan beneficiarse de las delicias de la vida rural, aunque sea sólo los fines de semana, y los habitantes de comarcas, del beneficio económico que supone el turismo que acude.

Y lo digo desde la perspectiva de quien ha escogido la montaña como patria adoptiva.
Si no conciliamos, mataremos la gallina de los huevos de oro.

miércoles, 21 de enero de 2009

Barak importa

Bueno, parece que hoy empieza una nueva era. Por lo menos para los americanos, y seguramente para el resto del mundo, dado el peso específico de los USA y su implicación en él, acertada o no, justificada o no, solicitada o no.
Me sorprende la fe y la esperanza de millones de personas (americanos y no americanos) depositados en una persona, pero es algo que no se puede despreciar.

La verdad es que, haga lo que haga Obama, siempre será mejor que lo que ha habido durante ocho años. Es imposible hacerlo peor que George W. Bush, así que ya tiene algo en favor suyo.

Pero no lo va a tener fácil. Tiene tantos frentes abiertos, en medio de una crisis económico-financiera de proporciones descomunales, que espero realmente que el gabinete de expertos del que se ha rodeado sea el mejor de los posibles y no obedezca a intereses ni a favores que se tengan que devolver.

Veremos cómo se resuelven temas como el conflicto palestino-israelí, la ocupación de Irak, Afganistán, Guantánamo, las relaciones con Cuba o Sudamérica... Por hablar de los problemas internacionales, que son los que nos afectan a nosotros.

Porque problemas internos, también tienen unos cuántos, como la cobertura sanitaria, la seguridad y, sobretodo, la crisis económica. Pero respecto a eso, no vamos a mirar la paja en el ojo ajeno, que bastante grande es la viga que tenemos en el nuestro.

viernes, 16 de enero de 2009

Días de cine y rosas

Hace un montón de días que no escribo nada sobre cine, y no porque no haya ido.
He visto varias películas, de las que pondré mi opinión, que no tiene por qué coincidir con la crítica:

La cuestión humana (La question humaine), película francesa que al parecer gusta a intelectuales, pero que a mí y a mi amiga Ana nos dejó boquiabiertas, esperando algo más. Hay bastante con leerse la sinopsis de la película, porque ésta no te aporta nada más. Compara la selección de los empleados a través del psicólogo de una empresa, con la selección de la raza que hacían los nazis. Independientemente que sea exagerado o no, éste es el único punto que se entiende de la peli, porque todo lo demás, es superfluo y/o está inacabado. La película además es fría y caótica, y ya la había olvidado, por lo que he tenido que releer la sinopsis para recordar de qué iba.

Cuando ella me encontró (Then she found me), es la primera película como directora de Helen Hunt, quien además la protagoniza. La película me parece bien dirigida e interpretada, pero para mí falla el guión. Está basada en un libro de éxito, cosa que me sorprendía, pero entendí cuando supe que la actriz/directora había añadido todo lo que a mi parecer le sobra y no cuadra. No es una comedia romántica al uso, lo que se agradece, y es agradable de ver, pero fácilmente olvidable.

Buscando un beso a medianoche (In search of a midnight kiss), película americana rodada en blanco y negro en Los Ángeles, es una comedia romántica indie, sencilla, con poco presupuesto, que ofrece una bella imagen de la ciudad. El guión me parece correcto, y las interpretaciones buenas. El único pero que tengo es el personaje de la chica al principio. Al avanzar la cinta se hace más creíble y cercana. Todavía me acuerdo de ella, y hace bastantes semanas que la vi, así que algo me caló.

El intercambio (Changeling), la última de Clint Eastwood. Sin ser su mejor película como director, las interpretaciones son magníficas y el guión se ciñe bastante a lo que ocurrió en realidad (si no lo supiéramos, no resultaría creíble). Madre coraje la protagonista, pero como mujer, en 1928, sin el apoyo del reverendo Malkovich no hubiera podido luchar contra la corrupta policía de Los Ángeles. Uno de los impactos, para mí, el conocimiento de la existencia del código 12: las mujeres que causaban algún problema o simplemente molestaban a la policía de esa ciudad, las encerraban en un psiquiátrico.

Bienvenidos al Norte (Bienvenue chez les Ch'tis), la película más vista en Francia de todos los tiempos, según creo. Es una película divertida, que pone de manifiesto las diferencias y prejuicios entre regiones alejadas de un mismo país, con golpes de humor que hacen sonreír a los no franceses, y reír a carcajadas a los franceses. El guión cojea por algunos sitios, en mi opinión. Sobretodo, porque no puedo evitar la comparación con una de las películas que más me han gustado en mi vida, La gran seducción (La grande séduction), comedia canadiense del 2003 que recomiendo a todo el mundo, y que para mí tiene un guión absolutamente redondo. Es mi película preferida, por lo que algún día escribiré un post dedicado íntegramente a ella.

miércoles, 14 de enero de 2009

Don't worry, be happy!

- Este panfleto está en blanco.
- Somos ateos.

Otro tema del que quería hablar: el de los autobuses ateos.

Como sabéis, el lunes empezó en Barcelona una campaña publicitaria que se inició en Londres la semana pasada, que también se ha puesto en marcha en Génova y que pronto lo hará en Madrid y Valencia, promovida aquí por la Unión de ateos y librepensadores y Ateus de Catalunya. Durante dos semanas, dos líneas de autobuses llevarán el cartel Probablemente Dios no existe. Deja de preocuparte y disfruta la vida.

En Madrid, antes de que se haya iniciado la campaña, la Iglesia Evangélica de Fuenlabrada ha contraprogramado y ya circulan dos autobuses con el lema Dios sí existe. Disfruta de la vida en Cristo.
En Barcelona, e-cristians también ha iniciado trámites para "anunciar la palabra de Dios".

Vaya por delante que yo no creo en Dios, pero qué queréis que os diga: Todo esto me parece una solemne estupidez.

En primer lugar, que se incite a (o se publicite) la creencia o no de algo. Me parece que debe pertenecer al ámbito privado.

Segundo, el lema en sí: lo de probablemente, ¿es por quitarle hierro a la afirmación?¿es porque se trata de una cuestión de probabilidad, el que exista o no Dios?¿o es porque tampoco lo tienen tan claro, y por si las flies, se curan en salud? (En Génova el lema es el mismo, sin el probablemente).

Tercero, no creo que la gente que cree en Dios, esté preocupada y por eso no sepa disfrutar la vida. Ni que los ateos, por el simple hecho de serlo, estén despreocupados. Disfrutar de la vida no tiene nada que ver con creer o no creer.

Por último, la contracampaña de los creyentes me parece de lo más naïf. Se supone que quien tiene fe no tiene que probar nada, y ya tiene sus lugares para hacer proselitismo. Que hagan también publicidad, en los mismos medios, y con el lema del mismo estilo pero opuesto, es como los niños que son insultados y dicen: ¡pues tú más!.

Una vez más, ¿no tenemos argumentos?.

lunes, 12 de enero de 2009

Pensar con el culo

Se me acumula la faena. Tengo varias cosas de las que quiero hablar, y hoy va a ser de las declaraciones que Montserrat Nebrera, del PP de Catalunya, hizo a la cadena Ser respecto a Magdalena Álvarez y el caos que se vivió en Barajas a raíz de las nevadas.

Oí las declaraciones el sábado al mediodía por casualidad, mientras iba conduciendo, porque no suelo escuchar la radio el fin de semana, y la Ser sólo ocasionalmente. Me quedé atónita, no daba crédito a lo que oía. No escuché las declaraciones en directo, sino un corte en las noticias. El domingo las estuve buscando por escrito, y reacciones a las mismas, en los medios que leo habitualmente, y no encontré nada.

Dice la Sra. Nebrera:
El problema de esta buena mujer es que tiene un acento que parece un chiste. Es un problema de comunicación. Se aturulla y hace un lío y, claro, yo que algunas veces cuando llamo a Córdoba y oigo desde algún hotel que me contestan y no acabo de entender, porque quien no está avezado en hablar en andaluz normalmente, pues le cuesta. Imagínate cuando además hay un problema de comunicación, siendo andaluza, o sea... Con la gente andaluza no tengo más que querencia y lo único que me tengo que preguntar es porqué el señor Manolo Chávez se quitó de encima a esta cosa y la colocó en el gobierno. Ella es un chiste malo.

Casi me alegro de que no le hayan dado bombo a las declaraciones, porque siempre hay los que aprovechan estas ocasiones para cargar contra los catalanes. Ya sabemos que en la España más rancia hay individuos que descalifican por ser diferente, por hablar una lengua distinta...
Me parece una bajeza y una actitud pueril de quien no tiene argumentos.
Me ha dolido especialmente siendo ella catalana, puesto que los catalanes hemos sido montones de veces objeto de burla por esta cuestión y otras similares.

Hasta ahora, la Sra. Nebrera, a pesar de no comulgar con su ideología, gozaba de mi respeto. La conocía como tertuliana y me parecía una persona con argumentos. Por otro lado, su lucha por la presidencia del PP catalán, de la cual apartaron, y el enfrentamiento con el sector más duro del partido, la hacían en cierta manera simpática a mis ojos.

Es cierto que es irritante oír a la ministra, pero si parece que esté contando un chiste no es por su acento, sino por los despropósitos que dice.
Personalmente la Sra. Álvarez me parece una inepta, pero estoy segura de que la Sra. Nebrera tiene muchos más argumentos que yo y que podría atacarla sin tener que entrar en la descalificación personal. Que le critique una, por cierto, actuación lamentable, basándose en su acento andaluz, me hace sentir vergüenza ajena.

Está claro que en todas las casas se cuecen habas, y que también hay catalanes que deberían mantener la boca cerrada.
Cada día me decepcionan más los políticos.

viernes, 9 de enero de 2009

Las 4 estaciones

Hace años, cuando era una niña, pensaba que me gustaría vivir en un lugar donde siempre fuese primavera. Lo achacaba a que no me gustaba el frío, me aterraba y paralizaba.

Aunque cuando los profesores, a principio de curso, preguntaban a los alumnos si nos gustaba más el invierno o el verano, esperando como respuesta masiva ¡EL VERANO!, por aquello del gusto a las vacaciones y la tirria al colegio, yo siempre sorprendía con lo contrario.

No quiero ser repelente, soy sincera cuando digo que me encantaba la vuelta al cole, hojear los libros nuevos, el olor de sus páginas inmaculadas, husmear lo que íbamos a aprender ese curso...
Supongo que en parte era porque no hacía nada especial en verano, y las vacaciones se me hacían largas y aburridas, y yo lo que quería era aprender. Siempre me ha entusiasmado que me enseñen, aunque me ha gustado poco estudiar.

Volviendo a lo de la primavera eterna, hoy en día no me gustaría. Me gusta vivir en un clima templado, con cuatro estaciones a lo largo del año, y me encanta que sean como tienen que ser, con todas sus consecuencias (no sé si con el cambio climático me quedará mucho disfrute):

El invierno, que se inicia aproximadamente con el año, debe ser frío, riguroso, que te mantenga medio hibernando, expectante ante la novedad de los meses que tenemos por delante.

El verano debe ser caluroso, y también paralizante. Es imprescindible que haga calor, que invite al relajo y al paréntesis de las vacaciones.

El otoño, con la temperatura suave y la decadencia que emana, favorece la reflexión melancólica de lo que caduca, que culmina con el desenfreno consumista de la liquidación del año. En algunos sectores, estudiantiles y laborales, el otoño es inicio de un nuevo período, resurgimiento y renovación.

Para mí se lleva la palma, la estación que más me gusta: la primavera, que ya en febrero empieza a olerse. Temperaturas agradables y en ascenso, pero no es sólo eso.
Es el estallido de la vida en la naturaleza lo que me seduce y me impregna: la aparición de las nuevas yemas en árboles y plantas se reproduce en mi organismo con la germinación simultánea de brotes de capilares en mis vasos sanguíneos, que inundarán de nueva savia mis tejidos inyectándoles vida. Es un período en el que me siento en plenitud, vital y dispuesta.

Cuatro estaciones simétricas y contrapuestas dos a dos.
Quizá estoy más integrada en la naturaleza de lo que creía, y mis biorritmos coinciden con el ecosistema de la latitud (41º norte) que me ha tocado en suerte.

Entre esto, y las hormonas, que dominan mi vida, yo, que me creía dueña de mí, y resulta que me mangonean factores que no puedo controlar, sólo soy una realquilada en mi propio cuerpo!

miércoles, 7 de enero de 2009

Nuevo de trinca

Quizá por mi tendencia natural a llevar la contraria, he empezado el año optimista. Me alegro de que se hayan acabado las fiestas y que se haya acabado el año.
Ya sé que no soy nada original diciendo que no me gustan estas fiestas. Pero hay mucha gente que lo dice con la boca pequeña, y por alguna misteriosa razón, se somete a todos los tópicos que marcan estos días.
Afortunadamente, si se cumplen las previsiones, las próximas fiestas no las pasaré aquí.

La verdad es que no sé porqué estoy optimista:
Con lo poco que me gusta, después del consumismo propio de estas fechas, nos enfrentamos con las rebajas, para que no decaiga el mismo.
Naturalmente, lo que se rebaja son cosas superfluas, de lo que podemos prescindir, mientras que los artículos de primera necesidad, al contrario, suben. Y así empezamos 2009 con subida de los transportes públicos, del agua, la luz, el gas y los peajes, por encima del IPC.

En breve nos bombardearán con las colecciones más inverosímiles, frikies y absurdas, para seguir consumiendo cosas inútiles, tras las rebajas. Sexistas, al igual que los juguetes, que parece que vamos hacia atrás en lugar de hacia adelante: casitas de muñecas, vajillitas, y cosas por el estilo para mujeres, y coches, soldaditos o armas para hombres, ellos y ellas al parecer frustrados desde pequeños. Siempre suelen atacar a principios del año natural y a principios del año académico.

En mi trabajo, estoy cada día más harta. No me gusta cómo se hacen las cosas, y cómo los arribistas están tomando el departamento. Aviso: a poco que pueda, me largaré.

Está haciendo un frío de la hostia (uy! perdón, el único propósito que me había hecho para este año, era ser menos mal hablada y un poco más refinada): Está haciendo un frío impresionante!. El hospital donde trabajo está en un lugar privilegiado, en la montaña, desde la que se ve el mar, a algo más de tres kilómetros, así que las vistas son espectaculares. Hoy ha amanecido la montaña enfarinada, lo que le daba un aspecto muy bucólico.
Soy bastante friolera, como casi todas las mujeres, pero me gusta que haga frío: me hace desear con intensidad y disfrutar la primavera.

Sin que sirva de precedente, y a pesar de todo lo dicho, estoy contenta, me encanta estrenar un año, cual viaje a Ítaca que no nos llevará a ninguna parte, pero cuyo camino nos traerá sorpresas, viviremos lo bueno y lo malo que nos iremos encontrando, reiremos, lloraremos, cumpliremos años... o eso espero.

lunes, 5 de enero de 2009

El amigo fantasma

(foto: The invisible man. Salvador Dalí)

El Amigo invisible se va afianzando y extendiendo como tradición, cada año más. No he conseguido aclararme de dónde procede, aunque todo apunta a Sudamérica y su amigo fantasma (quizá el nombre sería más adecuado, atendiendo a su doble sentido).

Lo que está claro es que suele celebrarse en estas fechas navideñas-fin de año-reyes, en un momento en que parece obligado hacerse regalos, y es una opción agradecida en los grupos numerosos, puesto que así todos los que participan hacen un único regalo y nadie se queda sin. Se ha extendido su uso entre colectivos más o menos grandes, como el lugar de trabajo, y se aprovecha la cena de empresa para la entrega. A mí no me gusta hacerlo con los compañeros, somos muchos y mal avenidos. Creo que los regalos deben hacerse entre gente que se conoce bien, incluso para hacerlo de broma, y que el número de participantes debe ser limitado. Si no, acaba siendo un compromiso que se soluciona en las tiendas de chinos.

No sé cuánto tiempo hace que en mi familia celebramos el amigo invisible, casi siempre el día de Reyes, paralelamente a la entrega de regalos a los niños, y es el acontecimiento más esperado por los adultos.
Mi familia es numerosa, por suerte no se acaba nunca: siempre hay gente joven para engrosar el parque infantil y asegurar el recambio generacional.
Consiste básicamente en un gineceo, predominamos de largo las mujeres, con el agravante de que los hombres integrantes son unos rancios y no quieren participar, así que en realidad lo que hacemos es Amiga invisible.

Desde que lo iniciamos se fueron engrosando las filas, ya que establecimos el límite para recibir regalos de los Reyes Magos a los 15 años , y a partir de ahí los nuevos adultos podían incorporarse al Amigo invisible. Siguiendo la tradición rancial, se incorporaban las sobrinas, y los sobrinos se quedaban al margen, por decisión propia y por no querer encontrarse en minoría, y lo mismo han ido haciendo las nuevas parejas.

Pero por otro lado, los últimos años han empezado las deserciones entre las Amigas más veteranas.

No hay reglas del juego establecidas, así que cada colectivo determina las suyas. Nosotras tenemos la norma de que no se puede abrir el regalo hasta que has adivinado quién es tu Amiga invisible, para lo cual se tienen que dar una o más pistas.

Y aquí está la gracia de nuestra Amiga invisible, el momento en que pasa a ser visible.

Es la parte más divertida, hasta los rancios están pendientes e intentan adivinar de quién se trata. Y también es la más costosa, la que te obliga a romperte los cuernos cada año para intentar ser original, y para sugerir, sin ser evidente, quién eres.

Y también es la razón de que las mujeres mayores se hayan retirado, aduciendo falta de ideas y ganas, puesto que el listón estaba alto. Es cierto que el ordenador ha dado un empuje a las pistas, pero antes de eso, la imaginación ya no faltaba.

Algunos años también a mí me flaquean las fuerzas y el entusiasmo, y me da pereza pensar en la pista para mi regalanda, pero lo cierto es que luego vale la pena y lo pasamos muy bien el rato que dura la entrega.

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